El Barça gana al Atlético en el mejor partido de Xavi

El Barça empezó presionando desde la primera línea, hombre a hombre y Lewandowski tuvo una segunda gran oportunidad que tapó bien Mario Hermoso. El Atlético, obligado a salir en largo, tuvo la primera Nahuel Molina mediante. Sin solución de continuidad Lewandowski falló la tercera de su equipo pecando de blandengue como en la ocasión anterior.

Salió vistoso el Barça, entró bien en el partido, presión alta, circulación rápida del balón y a los de Simeone les costó 10 minutos hallar sus primeros momentos de tranquilidad. Otra vez Lewandowski falló una volea que no era fácil pero que Laudrup o Messi no solían fallar: buena llegada de Koundé hasta la línea de fondo, buenísima asistencia. Son cualidades que Araujo no tiene. El Barça de Xavi no suele generar tanto ofensivamente, ni tanto ni tan claro. Es una lástima que hayamos gastado el poco el poco dinero que nos quedaba fichando en los geriátricos que regentan nuestros comisionistas habituales.

Acertó Xavi poniendo a Koundé de lateral, con profundidad, doblando constantemente a Raphinha para buscar el 2 contra 1 con Riquelme. Él y Cancelo abrían el campo y encontraban a Gundogan como hombre libre. El Atlético, demasiado hundido. Simeone juega siempre acomplejado contra el Barça, a quien nunca ha ganado a domicilio en partido de Liga.

Asistido por Raphinha al filo de la media hora, Joao Félix concretó la superioridad azulgrana con el primero de la noche. Delicadeza extrema del portugués picando el balón sobre la salida inútil de Oblak. Bien Iñaki Peña, que inició la jugada, bien Pedri conduciendo el ataque. Muy débil la defensa de Nehuel Molina aunque el gol no fue su culpa.

Hacía más de un mes, desde el 4 de noviembre contra la Real, que el Barça no se adelantaba. Hacía mucho más que no jugaba con tanta solidez y finura. Pero el Atlético no estaba muerto y volvía letales cada uno de sus momentos. De Jong salvó el torpe remate de Griezmann. Un delantero más pendiente de su juego que de su pelo habría marcado. Joao Félix hizo el ridículo exagerando un pique con Giménez. Es incomprensible que haga estas tonterías, y más contra el club que paga una parte de su ficha. Lewandowski, más lento incluso que Griezmann, volvió a fallar.

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Xavi, muy enfadado durante todo el partido, reprochó a Christensen que se doliera en el suelo. Es verdad que no tenía un recambio obvio pero pareció extraño que le riñera por el daño que le habían hecho. Cancelo centró para que una vez más Lewandowski no llegara a ninguna parte.

El Atlético perseguía sombras. Exuberante primera parte del Barça, los mejores minutos de Xavi como entrenador. El único pero, el resultado escaso. La peor entrada de la temporada, por un día que el equipo juega bien. El socio del Barça merece cualquier cosa que le pase. Fue sin duda metáfora de lo que es este club, y Cataluña, que un niño saltara al campo para tomarse una fotografía con Lewandowski con la aquiescencia del adulto a su cargo, o por lo menos sin su vigilancia. Y que cuando la seguridad retuvo al crío, y pidió explicaciones al adulto, el público gritara «llibertat, llibertat».

Los cambios de Simeone - Lino, Azpilicueta y Correa sustituyeron a Giménez, Molina y Riquelme- provocaron que a partir del 60 el Barça empezara a perder balones y a no seleccionar sus ataques, en un intercambio de golpes que sólo podía perjudicar. Raphinha chutó al palo. Simeone dio entrada a Memphis y Saúl, por Koke y Morata. Los de Xavi rectificaron y alargaron sus ataques, reteniendo el balón. El Atlético no se rendía. Ferran y Lamine Yamal entraron por Raphinha y Joao Félix.

Memphis chutó una falta como si fuera Messi e Iñaki Peña la sacó como si fuera Ter Stegen, prodigiosa mano. El Atlético asediaba sin tregua el área local. Lewandowski pudo rematar la noche pero chutó como mi abuela en el jardín cuando yo aún soñaba que sería el portero del Barça. Fermín entró por Pedri. Iñaki Peña salvó el empate con el cuerpo. Victoria brillante, merecida y sufrida.