Joao Félix celebra un mal trago de Simeone

Joao no tuvo compasión de sus compañeros en el Atlético, a los que se limitó a saludar de manera fría y protocolaria sobre el césped, compartiendo solo un abrazo de complicidad con Rodrigo de Paul y un intercambio de sonrisa con Griezmann. El azulgrana, futbolista virtuoso y estilista, saltó con tantas ganas de mostrarse que a los dos minutos sirvió un balón envenenado que Lewandoswki no acertó a rematar porque Hermoso fue más rápido que él. Declaración de intenciones que hizo fruncir el ceño a Simeone por primera vez.

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I. M.

El talentoso mediocentro canario, junto a De Jong y Gundogan, dominó el centro del campo en la sufrida victoria del Barcelona frente al conjunto rojiblanco

Pero no tanto como en el minuto 29, cuando Joao, que no paró de ofrecerse y de pedir balones, fue más valiente que Nahuel Molina al meter la pierna para llevarse la pelota y terminar superando por alto a Oblak con un toque exquisito. Un gol (su segundo en la Liga) que celebró abriendo los brazos a lo Jude Bellingham subido a las vallas publicitarias y mirando al fondo en el que se encontraba el medio de millar de hinchas que acompañaron al Atlético, a los que, según captaron las cámaras de Movistar, dirigió un beso tras su diana mientras caminaba hacia su campo. «Ha sido espontáneo. Al final te pones en el calor del partido y fue como un alivio por todo lo que he vivido este verano. Sólo las personas más cercanas, mi familia principalmente, saben por lo que pasé», afirmaba el azulgrana al término del partido en Movistar.

El portugués, al menos este domingo, sí mostró la continuidad que Cholo, según dijo en la previa, reclama a los grandes jugadores. Decisivo con su tanto para meter al Barça en los cruces de la Champions League, volvió a ver puerta. La avería que estaba provocando en el flanco derecho de su defensa llevó al Cholo a dar entrada a Azpilicueta por Molina después del paso por los vestuarios.

No hubo tampoco miramientos de sus excompañeros de vestuario con Joao, que sufrió duras entradas de Witsel, antes del descanso, y de Azpilicueta, en el inicio del segundo acto, que provocaron que Sánchez Martínez desenfundara la tarjeta amarilla. Amonestación que también le tocó ver al internacional luso al golpear a Correa en un braceo.

Un Joao intenso, rápido y descarado. No se arrugó mientras estuvo en el terreno y provocó las protestas de Simeone después de que el árbitro señalara un derribo de Azpilicueta al portugués que el Cholo interpretó como un fingimiento, lo que intentó transmitir desde la banda con gestos insistentes a Sánchez Martínez. En uno de sus mejores partidos de la temporada, Joao, jaleado por la grada, pudo hacer más daño a Simeone y los suyos en un disparo desde la frontal con el exterior buscando el palo (min. 69), aunque el balón no terminó encontrando la portería.

No aguantó todo el partido y en el minuto 76 fue cambiado por Xavi, que dio un cariñoso toque a su jugador cuando se dirigía al banquillo entre los aplausos de una afición entregada que coreó su nombre. Una noche tan perfecta para el 'menino' (MVP del partido) y el Barça como amarga para el Cholo y el Atlético. Otro partido que el argentino se va sin los tres puntos de Barcelona.

Al término del duelo, Joao explicó en Movistar las sensaciones del reencuentro con sus excompañeros. «Me llevo bien con todos ellos. No tengo nada contra ellos. Los quiero mucho y espero que les vaya todo bien. Al final he pasado más tiempo casi con ellos que con mi familia muchas veces», afirmó el luso, que respondió con un escueto «no» al ser preguntado si había coincidido con un Simeone al que se le sigue resistiendo la victoria en Liga en el campo del Barça. No la consiguió con el portugués en su equipo y tampoco lo ha logrado este domingo teniendo a su exjugador enfrente.