Van der Poel, directo a la grandeza

La semana de Van der Poel ha sido gloriosa en Italia. Dos ráfagas incontenibles ante los mejores ciclistas del mundo para ganar la Strade Bianche . Un ataque prodigioso en la Tirreno-Adriático para ganar a la heroica perseguido por Pogacar y la carrera reventada.

«Tenía frío» , se explicó el fenómeno nacido en Bélgica.

Hijo del clasicómano holandés Adri van der Poel y nieto del fallecido Raymond Poulidor, el eterno segundo del Tour, Mathieu van der Poel se toma el ciclismo como un juego. Tenía frío y se escapó. Detalles que lo hacen diferente. Es propietario de los genes, del genio y de un espíritu competidor implacable. Cuando arranca, es demoledor.

« Ojalá hubiera muchos así -dice Escartín -. La gente se engancha al ciclismo en la tele por corredores como él, que dan espectáculo. Es una bendición para el ciclismo».

Van der Poel (26 años) ya ha ganado la Amstel Gold Race y el Tour de Flandes. Compite este sábado en la Milán-San Remo con Van Aert y Alaphilippe, entre otros favoritos. En el invierno conquistó su cuarto mundial de ciclocross en Ostende. Y, sin tiempo libre en su vida, piensa en la medalla de oro de mountain bike en los Juegos Olímpicos de Tokio.

« Técnicamente es superior a Van Aert y a los demás ciclistas -observa Joseba Beloki-. Aunque se ha caído muchas veces en el ciclocross por exceso de confianza, tiene un dominio extraordinario de la bici. Y se mueve muy bien en solitario, baja, esprinta, tiene fuerza».

Su hermano mayor, David, aseguró al periódico holandés NRC Handelsblad que para Mathieu « el ciclismo era un gran patio de recreo para él . Era más atrevido, tenía más gracia y siempre escalaba más rápido que yo». Y no soportaba perder, según su hermano. «Siempre quería ganar, a la play, al Monopoly o en las carreras. Si no lo hacía me empujaba contra las plantas del jardín».

Llegó al ciclismo de carretera sin llamar a la puerta. La derribó de una patada. Singular para todo, tiene un acuerdo comercial con la marca de bicicletas Canyon hasta 2023, lo que ha alejado a los grandes transatlánticos del pelotón. Todos quieren ficharle, pero él sigue corriendo libre y salvaje en un equipo de la segunda división, Alpecin Fénix.

«Todo lo que hace, lo hace a tope -cuenta Beloki-. Yo le he seguido en el ciclocross porque en mi casa hay una gran tradición y ha gastado muchas fuerzas. Ha exprimido el cuerpo y quizá le vendría bien una desconexión de dos meses porque enlaza la temporada de carretera con el barro y la bici de montaña. Le quedan años al máximo nivel, pero yo descansaría un poco».

Lesionado Remco Evenepoel -otro de su estilo, más joven (21)- , artista en duelo permanente con Van Aert, este superhéroe del ciclismo lleva camino de superar a Peter Sagan como hombre espectáculo. Hace caballitos, derrapes, pone posturitas al ganar, se desploma en la meta...

«Yo no recuerdo un corredor de este tipo, con tantas virtudes -dice Escartín-. De mi época tal vez Jalabert , pero no era tan polifacético y estaba en un gran estructura, como la ONCE. Pero él está en un equipo pequeño y lo hace todo solo».

«Diría que puede escalar como el que más, pero tal vez no se ha planteado ganar una grande -matiza Beloki-. Condiciones tiene, desde luego. No sé lo que pasaría si ficha por un equipo grande, tipo Ineos o Jumbo. Lo que nos gusta a los aficionados al ciclismo es que tiene su propia identidad».