Van der Poel, el ciclista total se impone en el 'sterrato' de la Strade Bianche

En los genes de Van der Poel hay una mezcla complicada, pero exitosa. Nieto del segundón más famoso del ciclismo, Poulidor -ocho veces subcampeón del Tour y ningún título en París-, su padre (Adri) fue un buen clasicómano y de él mamó su amor por las carreras de un día. En realidad, por todas, pues el belga es un depredrador de victorias. Allá donde compite lo hace para ganar .

Tal es su competitividad que hace unos días, sin ir más lejos, consiguió llegar a la línea de meta y ayudar a ganar a su compañero Tim Merlier en Le Samyn a pesar de tener roto el manillar . Circunstancia que habría hecho abandonar a cualquier otro, pero no a él, un animal sobre la bicicleta que se adapta a todas las superficies.

Quizá por eso, la Strade Bianche le viene tan bien. Del 'sterrato' a la carretera y vuelta. Tierra y asfalto. En ambos terrenos dominó el belga , que llegó a formar un grupo cabecero junto a Egan Bernal y Julian Alaphilipee. Dos gigantes. Campeón del Tour el primero; campeón del mundo el segundo. Con ambos debía jugarse la victoria y no dudó. No está en su ADN la opción de quedar segundo.

Atacó primero para probar a sus rivales. Respondió Bernal, que se llevó a su rueda al francés, que no tardó en alcanzar a Van der Poel . El objetivo estaba cumplido, pues se había dado cuenta de que el del Deceuninck no iba tan bien y que el colombiano había terminado de gastar sus fuerzas en ese impulso.

Por eso, al llegar a la última rampa, su ataque fue definitivo . No pudo aguantarle ninguno de los dos y se plantó solo en la línea de meta. Exhibición total del ciclista total, que se impuso en la primera clásica importante de la primavera 2021 y que aspira a seguir coleccionando títulos en las siguientes.