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500 millas Indianápolis

La Indy enamora a Alonso

Pese a su retirada, se marcha seducido por la carrera y por retornar a los primeros puestos

Fernando Alonso, durante un cambio de neumáticos en las 500 Millas de Indianápolis EFE

JOSÉ CARLOS CARABIAS

Terminan las 500 Millas de Indianápolis y el cielo se enajena. Llueve con rabia desgarrada. Una cortina de agua nubla la visión en el circuito americano y cubre la ciudad de rayos. Una hora antes la carrera se habría suspendido porque, en su ... singularidad, la Fórmula Indy no gasta neumáticos para suelo mojado. Todos los pilotos han recogido los bártulos y descansan en sus caravanas. El evento no ha terminado. El lunes, en el centro de la capital, se apagan los rescoldos de un show que empezó hace dos semanas en 2017 y lleva 101 ediciones desde 1911. Una gala de etiqueta, discursos y alfombra roja cierra la sesión. Y el lunes, como los demás, Fernando Alonso se queda en Indianápolis. Pese al abandono y al cenizo del motor Honda , el piloto se marcha seducido por el magnetismo de la carrera y, sobre todo, por su regreso a los primeros puestos.

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