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ABC Cultural

ABC recorre el trayecto desde la plaza al hotel con Fandiño, el héroe victorioso

«Ha sido maravilloso rozar el cielo de Madrid», dice el torero desde su furgoneta

ABC recorre el trayecto desde la plaza al hotel con Fandiño, el héroe victorioso r. p.

rosario pérez

Desde la furgoneta, la Puerta Grande se divisa como una fortaleza imposible de derribar. Nada parece inexpugnable para el León de Orduña: la verdad de su toreo cazó la «presa» que parecía invencible... Reguero a reguero, cada vez se arremolina más gente en el 237 ... de la calle de Alcalá. Mientras la masa crece y corea al héroe, se acerca al coche de cuadrillas un señor con ojos colmados de niebla de tanta emoción contenida. «Soy Pepe, el cura del pueblo de Iván. Dígale que me ha encantado. Le he pedido a otro párroco que me sustituya para no perderme la corrida». Avisado queda su compañero: Pepe presentará en Orduña parte facultativo este viernes y en Beneficencia. «Vendré a verlo y lo tendré en mis oraciones». Un rosario de padrenuestros y avemarías debió rezar, porque si Fandiño salió ayer ileso de Las Ventas fue por obra divina. Como un Cristo, el matador entregó su vida desde los albores al crepúsculo. «Venía dispuesto a que pasara lo que tuviera que pasar», sentencia con rugido de guerra. Como si ayer fuese un buen día para morir.

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