Raimon: «Con el tiempo se aprende, pero también se desaprende»

Si no hubiese sido cantor, uno de los nombres más propios e imprescindibles de la canción de autor española durante casi cinco décadas, Raimon, probablemente «habría sido historiador, y quizá habría escrito poesía, ensayo», cuenta el de Játiva, pero una canción (más que una canción, una bandera), «Al vent», «se cruzó en mi camino y lo cambió todo».

Era el año 63, el año, precisamente, en que Raimon acabó la carrera de Historia. La otra carrera, la musical, llega ahora a nuevo puerto con «Rellotge d’emocions», su nuevo disco. Un trabajo marcado por la belleza madura, la hermosura serena , en el que no faltan, por supuesto, la ironía y los contenidos políticos, pero que es sobre todo una reflexión sobre el paso del tiempo, la experiencia acumulada, la memoria sentimental, suya y de todos los que crecieron y maduraron con sus canciones.

«Es un disco hecho sin ninguna prisa, después de poner las nuevas piezas en contacto directo con el público en bastantes ocasiones. Los conciertos son imprescindibles, la discografía, publicar álbumes, es algo magnífico, pero no deja de ser algo efímero, como la representación de una obra de teatro». ¿Pero cómo está el reloj de emociones de Raimon: en hora, adelantado, se atrasa? «Creo que está o’clock —argumenta el músico—. Con este disco, he querido recoger muchas emociones que han pasado por mi vida. Si tú buceas en ti mismo y sabes expresarlo posteriormente de una manera artística, bella, también tocas las experiencias y vivencias de los demás. Eso es lo que he querido hacer».

«El tiempo cantado, el tiempo contado / el tiempo que cuento, el que me queda / y que no sé si cantaré, ni si lo contaré / ni si lo podré contar, ni si me queda», canta Raimon, al hilo del paso del tiempo, una de las sensaciones más agridulces que puede vivir un ser humano: «Como dice la sabiduría popular, cada año que pasa tienes uno más, pero también tienes uno menos al mismo tiempo. ¡Nos ha jodido el filósofo!», sentencia con buen humor el músico, que presentará este disco en el Tívoli barcelonés los días 18 y 19 de marzo, y en el Teatro de Madrid el día 18 de este mes de febrero . Curiosa y exactamente, 35 años después de su concierto histórico en el viejo Pabellón Deportivo del Real Madrid en la Castellana del 5 de febrero de 1976, cuya significación política trajo consigo la prohibición de otros tres recitales previstos para los tres días siguientes.

El reloj ha marcado las horas. Desde su experiencia, ¿cómo se ve el músico, más listo, más malo, más precavido, o como escribió Alberti: “Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos». «¿Dos solamente? Y hasta tres, según está el panorama», ironiza Raimon. «Ya en serio. Creo que si no te has dejado llevar por la pereza, por el todo vale, si eres exigente contigo mismo, progresas y cada vez lo lo haces mejor. Hace unos años no podría haber hecho un disco como éste. Ahora bien, que guste más o que guste menos ya es otra historia. El paso del tiempo te enseña que aprendes, sí, pero también desaprendes».