Un 'reality' en cómic para acabar con el capitalismo tardío
Alison Bechdel se hizo un nombre en la contracultura de Estados Unidos con 'Unas lesbianas de cuidado', y ahora con 'Consumida' propone una novela gráfica comunal sobre otras formas de vivir
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'Consumida', de Alison Bechdel
Alison Bechdel se hizo un nombre en la contracultura de Estados Unidos con 'Unas lesbianas de cuidado', una serie de tiras cómico-aguerridas que publicó durante 25 años y que desde su mismo título ya avisa del percal. Luego llegó el salto adelante internacional ... con sus novelas gráficas memorísticas, un género de predominio (Craig Thompson, Julia Wertz, Paco Roca y tantos), en su caso con 'Fun Home' (2006), que le llevó a ganar un Eisner y que fue incluido en la lista de los mejores libros del s. XXI por 'The Guardian'.
CÓMIC
'Consumida'
- Autor Alison Bechdel
- Editorial Reservoir Books
- Año 2025
- Páginas 259
- Precio 23,65 euros
Bechdel continúa en este cariz autobiográfico con 'Consumida', un cómic de dramedia coral coprotagonizado por ella misma y enriquecedor al casi divulgar otras formas de vivir con sus dificultades y contradicciones. En una sociedad tan enfermamente polarizada y armada como la yanqui, ella vive en una granja criando cabras con su pareja junto a una comuna de 'amigues' que practican el poliamor (y su compleja comunicación) mientras trata de crear un 'reality' para acabar con el capitalismo tardío mientras recibe propina intelectual por ello: «No se puede acabar con el patrón usando sus mismas herramientas».
Es justo en esta línea donde también brilla el tebeo, de dibujo sencillito y fanzinero, en cómo la autora es megaizquierdista y a la vez que se sabe en un pedestal casi pijo y distante del obrero por los derechos que vendió para hacer una serie de Netflix sobre su vida, que luego distorsionan ridículamente por la audiencia, en una búsqueda de excelencia ecológica y ética que sabe que ella puede pagarse y otros no. O en esa tierna trama con la hermana, activista contra el aborto, cuando se entera de por qué es así. Y cómo esta a su vez, jueza en un concurso de arte, es capaz de premiar a una candidata con un mensaje totalmente contrario a su ideología porque no va a dejar de valorar el talento.
Hay una fascinación de la autora por los detalles de 'bondad' de sus adversarios políticos, que no escamotea, y que humanizan tanto a los protagonistas como a estos en una novela con conflictos modernos de alto tonelaje queer, con padres orgullosos de sus 'hijes' por hacerse un Futuro Vegetal en una sociedad MAGA con camisetas por doquier que celebran la llegada de Trump porque «por fin, alguien con pelotas». La ¿réplica? la da un protagonista masculino que frisa los 60 con moño y falda escocesa, al tatuarse a toda la espalda una máxima de Kropotkin: «La ayuda mutua es la manera más eficaz de ofrecer a los demás y uno mismo la máxima seguridad, es la mejor garantía de progreso físico, intelectual y moral».