CRÍTICA DE:
'¿Qué pasa con Baum?', de Woody Allen: poca cosa, casi nada
NARRATIVA
El cineasta debuta a los 89 años en la novela, que parece más un guion que literatura viva. Sale el 25 de septiembre y recicla obsesiones y fórmulas que ya vimos mejor en sus películas
Otras críticas del autor
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl problema/dilema/conflicto con '¿Qué pasa con Baum?' —sorpresiva pero nunca del todo inesperable novela de Woody Allen— comienza ya desde su portada. Es mirar, es decir, es preguntar: ¿cuántos chistes gráficos más se pueden hacer con el cuadro 'El grito' deEdvard Much ... ? Es responder: no muchos, mejor ya ninguno, ¿sí? Y el que aquí se hace —de entrada, esa traslación de ese sufriente y agónico retratado al Central Park— no es de los más ocurrentes y, seguro ya se hizo.
Y esta sensación/síntoma de permanente 'déjà vu' se traslada a las páginas que siguen que —según la editorial— no son otra cosa que «Woody Allen en estado puro». Y es verdad. Lo que no significa que sea algo bueno.
NOVELA
'¿Qué pasa con Baum?'
- Autor Woody Allen
- Editorial Alianza
- Año 2025
- Páginas 216
- Precio 20,50 euros
Porque lo cierto es que este salto de Allen de la gran pantalla habiendo pasado por el relato/sketch (su última entrega, 'Gravedad cero', ya había resultado un tanto ingrávida y como en piloto automático) y la autobiografía ('A propósito de nada', se leyó con iguales partes de encanto por su recreación de infancia y aprendizaje, ganas de más en lo que hacía al recorrido de su carrera como consagrado, y morbo por su tan eficaz como por momentos desenfrenada autodefensa antes los embates periodísticos/judiciales de Mia Farrow y Ronan Farrow; a quienes no cuesta demasiado identificar como casi caricaturas en los alrededores de Asher Baum) a lo que se deseaba gran novela se queda corto.
Ni siquiera salta sino como purasangre que brinca como pony. Porque '¿Qué pasa con Baum?' se lee —a continuación de una dedicatoria a Soon-Yi que más de una prejuicioso malinterpretará— con una prosa un tanto demasiado funcional y la sorpresa de un secreto que no asombra demasiado. Es casi el 'treatment/novelization' de una/otra película de Allen para la que ya, cabe pensarlo, le cuesta conseguir/tener financiación y, posiblemente, no demasiadas ganas de encarar rodaje.
Una de esas que uno sigue viendo con la misma entregada y siempre en deuda inercia que también dedica a lo nuevo de Paul McCartney: sabiendo que habrá algún momento muy bueno y hasta una pizca de genio (como Woody Allen no hace mucho con la meritoria 'Día de lluvia en Nueva York'); pero también tenido perfectamente claro que este es el hombre que compuso 'Yesterday' hace tanto tiempo. Y, ah, hubiese sido tan bonito que Allen se nos hubiese aparecido con algo a la altura de los otoñales 'Flaming Pie' o 'Chaos and Creation in the Backyard' del Beatle en cuestión.
Pero —de nuevo— no.
Está trufada con ‘oneliners’ que suenan vintage frente a tanto monologuista feroz de Netflix
Así, a '¿Qué pasa con Baum?' —con su héroe cincuentón-intelectual y neurótico Made in Manhattan, periodista devenido poco respetado novelista-dramaturgo-filosofante, multi-ex esposo centrifugado por vértigos amorosos y desmayos de familia y vahídos ante el estado del mundo editorial quien de pronto comienza a oír voces y a su propia voz y, de paso, en un arrebato se permite lo impermisible: besar a una joven colega— casi se le puede armar 'casting' a medida.
Y —con automático reflejo con que se la lee— hasta sentir que, sí, inevitablemente, ya la vio. Y, de acuerdo, a uno le hubiese gustado mucho que Allen saliera de la comodidad y —sin privarse de sus obsesiones— se hubiese arriesgado a algo más formalmente interesante en este para él nuevo género. Algo que al menos recordase a lo de Stephen Dixon o al Philip Roth de 'La contravida' o 'El teatro de Sabbath' (y de cuyos mecanismos se burló en 'Desmontando a Harry'; se sabe que nunca se quisieron) o a lo que hoy están haciendo Joshua Cohen o Joshua Ferris. Por tercera vez: pero no.
'¿Qué pasa con Baum?' no es otra cosa que fondo de olla/reducción. Un recalentado de cosas que ya sirvieron a lo grande y más nutritivamente Saul Bellow con 'Herzog' (a la que acaso rinde/hace homenaje/guiño con su primera frase) o Bernard Malamud con 'Las vidas de Dubin'. Y todo trufado con ocurrencias y 'one-liners' y diálogos que ya suenan más bien vintage ante el embate de tanto feroz e implacable monologuista/diatribista (oficio/encarnación inicial/original de Allen) con especial en Netflix.
Es ‘Woody Allen en estado puro’. Y es verdad. lo que no significa que sea algo bueno
Ejemplo: «Estaba en racha con su escritura, aunque por desgracia era una racha cuesta abajo. Su último libro recibió muchos varapalos, igual que el anterior, que trataba sobre un hombre y una mujer que se enamoran en un campo de concentración, consiguen mantener un apasionado romance, se exponen a la muerte y la tortura a lo largo de tres años de encuentros clandestinos y al final, cuando son liberados, ella lo deja con estas palabras: 'Estuvo bien mientras duró, pero en el fondo no eres mi tipo'».
Puestos a disculpar (y, de paso, advertir que las generosas tres estrellas que se le adjudican a este libro más parpadean que brillan con esa luz muerta y lejana que se sigue viendo con la fuerza del afecto y el agradecimiento) cabe también decir aquí que Allen ya había más que superado con creces su inscripción en los listados de la siempre inasible Gran Novela Americana con esa suerte de densa a la vez que feliz trilogía compuesta por 'Hannah y sus hermanas', 'Delitos y faltas' y 'Maridos y esposas'.
Tres hitos, tres 'greatest hits' en lo suyo, que le garantizan una invulnerable posteridad a su creador. Baum, en cambio, sufre y está «empeñado en no dejar una lápida que dijera: 'Aquí descansa Asher Baum, ¿y qué?'». Y, digámoslo, a la luz y a la sombra de su pseudo-existencial existencia, lo tiene bastante difícil. Porque la respuesta a ese '¿Qué pasa con Baum?' es que pasa tan poco, casi nada más allá de las ganas que provoca de volver a ver 'Annie Hall'.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete