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Maribel López: «Queremos que los coleccionistas encuentren en ARCO sus obras y que las instituciones hallen sus contenidos»
ENTREVISTA
Maribel López, directora de la feria, continúa apostando por espacios curatoriales alternativos en una nueva edición de ARCOmadrid en marzo, donde los ámbitos discursivos y los lugares conectados adquieren una gran importancia
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Inés Ruiz-Jiménez
Madrid
—ARCOmadrid normalmente se celebraba en febrero y este año pasa a marzo. ¿Por qué ese cambio de fechas? ¿Es circunstancial o se va a mantener?
—Pues por varios motivos. Uno práctico, que tiene que ver con que Madrid e Ifema están en ... un momento de muchísima atracción en febrero. Coincidía que había un evento que no nos permitía contar con los días que precisamos para construir la feria. Hay muchos proyectos de arquitectura que cada año son más sofisticados, más complejos y que requieren de más tiempo. Entonces, tomamos la decisión de moverla una semana y probar qué sucedía con galerías e invitados. Moverla ha hecho que tengamos más solicitudes y más confirmaciones. Lo hemos hablado con el comité y vamos a seguir en marzo. Es un cambio que va a permanecer porque hemos visto que funciona muy bien.
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Inés Ruiz-Jiménez
—¿Alguna novedad más que podamos esperar de la feria ?
—Creo que es importante no obsesionarnos con la novedad, pero por supuesto cada año intentamos hacer algo que sorprenda. Los proyectos curatoriales como `Opening´ o `Nunca lo mismo ́ se mantienen, pero cambian sus comisarias, con lo cual los enfoques evolucionan. Después, el proyecto central de este año, que es `El Caribe´, es un proyecto que da un paso más. Esta sección es un espacio expositivo en el que se investiga desde la práctica curatorial para descubrir los límites de un entorno que es comercial, pero que se articula como una exposición.
También hemos decidido introducir el foro de `El Caribe´, su espacio discursivo, dentro de la propia sección. Sin que sea una molestia sino una aportación, vamos a trabajar mucho con el sonido. Esa es una de las cosas novedosas sin duda.
La arquitectura de este ámbito es de un equipo formado por Ignacio G. Galán, Álvaro Martín Fidalgo y Arantza Ozaeta, que han hecho un proyecto increíble en diálogo con las comisarias, muy poco predecible como será todo `El Caribe´. Después hay que hacer mención a todas esas galerías nuevas o que hace mucho tiempo que no venían y que acuden animadas por el momento en el que están Madrid, la feria, y por ese cambio de fechas.
—Como bien dice, este año se vuelve a apostar por un área geográfica, el Caribe, para uno de los ámbitos comisariados. ¿Por qué esto es así cuando la feria ya decidió hace años prescindir de las presentaciones nacionales?
—No lo llamaría recuperar porque es otro foco. Realmente hay una investigación muy interesante en lo territorial, pero lo que hemos cambiado es que, en lugar de centrarnos en un país, hemos decidido trabajar sobre una red de lugares conectados.
Estamos utilizando el agua como elemento que conecta. El mar lo que hace es generar desplazamientos, tensiones, pero nos gusta pensar en él con una dimensión de conexión. El Mediterráneo el año pasado se representó como algo que nos une y también nos separa. El proyecto se titula `La orilla, la marea, la corriente, un Caribe oceánico´ y los artistas no son uno de cada país, sino que abarcan una dinámica geográfica más amplia.
En ARCO sí que hubo una tradición de países y creo que es interesante mostrar contenidos desde lo espacial, pero por un tiempo queremos seguir trabajando esta lógica del agua como conector y como metáfora, que sirve para unir y que es algo fundamental para la vida, igual que el arte.
—La sección comisariada del Mediterráneo fue criticada por no reflejar la dureza del mismo. ¿Por qué ha decidido volver a apostar por esas secciones comisariadas a pesar de las críticas?
—Siempre va a haber críticas y tiene que haberlas, si no conseguimos que haya discrepancia no estaríamos hablando de un espacio de diálogo, y no estaríamos hablando de arte. Nos interesa esa tensión y este año va a volver a pasar. Cuando yo digo `el Caribe´ la gente piensa que va a ser ese Caribe brillante. Es un lugar muy complejo, igual que lo es el Mediterráneo. Debido a esa complejidad, tenemos la seguridad de que no va a ser perfecto, pero tenemos que trabajar para que haya un acercamiento a él.
Creo que es bueno que no todo el mundo esté de acuerdo, tenemos que arriesgar un poco consiguiendo lo importante, que es el éxito de las galerías y de los artistas.
—¿Cómo contribuyen estos espacios comisariados alternativos al atractivo general de la feria?
—ARCO es una feria que, por su trayectoria, es muy estable, por ello es muy difícil traer nuevo contenido de una forma que no sea dañina para el resto de galerías. A través de estas secciones que tienen su propia lógica, aportamos información y enriquecemos el conjunto de los contenidos.
—¿Cómo contribuye ARCO al diálogo artístico y cultural en España?
—Desde el mercado, si las galerías tienen éxito, los artistas pueden seguir trabajando. Creo que esa es nuestra aportación: generar sustento para el arte. Hacemos todo lo posible para aproximarnos a todo el tejido social ofreciendo precios reducidos. Yo creo que esta feria tiene una visibilidad tan grande que consigue generar curiosidad. Esa curiosidad a veces es interés, y a veces es rechazo, y todo ello es positivo. ARCO consigue que muchas personas acaben hablando de arte contemporáneo y conseguirá que mucha gente acabe amándolo.
—Con el cambio de fechas, ARCO coincide con el día de la mujer. Se le critica siempre mucho a la feria la falta de paridad en los contenidos. ¿Qué tiene que decir?
—Cuando planteamos el cambio de fechas, este tema era muy importante porque significa muchísimo. Pensamos que había que hacer algo que fuera visible, real y que refleje nuestro interés sin paralizar la feria. Lo que hemos hecho ha sido ofrecer un foro específico para la asociación de las Mujeres en las Artes Visuales. Ellas tomarán ese día nuestro espacio discursivo y decidirán hasta qué hora, porque coincide con la manifestación.
Respecto a la paridad, hemos subido desde el año pasado. Analizando los datos que nos han proporcionado las galerías, el porcentaje de participación femenina incrementa de un 37% a 43%, así que estamos contentas con ello.
—¿Cómo aborda la feria la diversidad de audiencias, desde coleccionistas, galerías, hasta el público en general?
—Intentando trabajar con capas que se encuentren pero no se solapen. A los estudiantes les hacemos un precio especial, también vendimos entradas a mitad de precio: esa sería la capa de `no expertos´. Hay comisarios, directores de museos y coleccionistas, [350 este año] a los que invitamos expresamente a que vengan para que conozcan la feria. Tenemos días profesionales y días de público, para que acuda todo el mundo pero no se encuentren necesariamente.
—¿Cuáles son los desafíos y las oportunidades de organizar un evento de esta magnitud en un contexto internacional como el actual?
—Después de la pandemia, hay muchísima gente viajando de nuevo, las ferias están en un buen momento. Un desafío evidente es la competencia, que es muy lógica, y cada feria la trabajamos de una forma. Yo creo que ARCO se basa mucho en la fidelidad de sus galerías y de sus coleccionistas. Y las oportunidades: yo diría que la ciudad ahora mismo es un reclamo, estar en Madrid es algo que atrae a todas estas nuevas galerías.
—Usted visita muchas ferias internacionales. ¿Qué tendencias actuales del mercado se van a ver también reflejadas en ARCO?
—Queremos que los coleccionistas encuentren en ARCO sus obras y que las instituciones encuentren sus contenidos. Hay otras ferias que se enfocan más en el éxito estrictamente comercial. Para nosotras el equilibrio es muy importante. Es complicado de conseguir, como lo es el éxito comercial. Nuestro modelo es este, ahí creo que nos diferenciamos. También en rango de precios, en proximidad con nuestros visitantes. Es difícil compararse, pero creo que el de ARCO es un interés que va desde el que aprende y se inicia hasta el dirigente de un museo, desde las personas que entran a ver arte por primera vez hasta los profesionales del sector.
—¿Cuáles son sus expectativas con respecto a esta nueva edición?
—Pues son altas, lo han sido desde el principio. La expectativa que hay en torno a la feria es lo que me lleva a pensar que tendrá éxito. Los coleccionistas de ARCO están muy comprometidos con las galerías que traemos, entonces bueno, esperamos que de verdad sea exitosa. Además, hay más premios que nunca, más empresas se animan a participar y más gente quiere estar involucrada, entonces prevemos que va a ir muy bien.
—¿Cómo prevé que evolucione el evento en los próximos años?
—Es un momento de evolución, pero me gusta pensar que ahora estamos dedicados a mejorar los detalles. `El Caribe´, el catálogo, que será un libro muy especial, es decir, es un momento muy rico en detalles. Me gusta pensar que tenemos mucho tiempo para tratar esta idea del agua y unos años por delante de investigación.
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