En los jardines de CentroCentro

Ahora, Miguel Cereceda, también filósofo, nos propone 'Tres experiencias formales', un planteamiento expositivo articulado en torno a esas tres extensiones metafísicas que propugnaba Zubiri, aquí interpretadas desde el lenguaje escultórico.

No es desdeñable este intento curatorial de relacionar 'el contenido' con la 'forma', que en definitiva, y con diferentes enfoques, siempre viene a estar presente en la creación contemporánea, así como el de buscar elementos convergentes entre el concepto y la materia tridimensional. También valoro que en lugar de remitirnos a los consabidos filósofos postmodernos –ya más repetidos que el eco–, busque con cierto riesgo conceptual encontrar en este pensador, muy escasamente frecuentado, los argumentos que sostengan su proyecto.

La muestra se dibuja pues siguiendo estas tres líneas filosóficas, y cuenta con obras de tres creadoras vinculadas de maneras muy amplias y distintas a la práctica escultórica. En el caso de Núria Fuster (Alcoy, 1978), sus obras, que reflexionan sobre conceptos tan tridimensionales como el vacío y el hueco, brindando una evidente y consciente reivindicación de las ideas de la escultora inglesa Barbara Hepworth, para quien la oquedad no era muerte sino vida y herida de luz; o las polisémicas formas que acepta el espacio –agregando a todo ello materialidad y tiempo–, encarnan una indagación sobre la naturaleza como realidad sensible, y un empleo de objetos cotidianos y domésticos a los que trata de insuflar una descontextualización.

Clara Montoya (Madrid, 1974) con sus cinco instalaciones inmersivas, que operan como instantes generados, intenta mirar a la historia no como pretérito sino como una fuerza viva, 'humana' y responsable del presente y el devenir. A mi juicio resulta ser, de las tres, la aportación menos sólida y convincente. Por su parte, Sandra Val (Tarragona, 1979) presenta 'La construcción de un jardín', otra instalación en la que trata de fundir lo simbólico con lo físico, lo trascendente con lo sensorial, mediante la idea de un 'jardín cósmico' (sic), un universo simbólico en el que alegóricamente conviven y dialogan lo humano con lo divino. Curiosamente –o no tanto– esta última propuesta de jardín se liga a la siguiente exposición que vamos a analizar.

El jardín ha sido siempre un símbolo complejo y polisémico, incorporando dimensiones espirituales, culturales, filosóficas y estéticas. Desde el Paraíso bíblico, pasando por el 'hortus conclusus' medieval hasta su ideación contemporánea, ha supuesto, además de la escenificación de un lugar, la metáfora del ser humano en relación con lo divino, lo natural, lo emocional y lo cultural. Este es el hilo conductor de 'Instante eterno en el jardín', comisariado por Lola Durán, que reúne obras de muy diverso linaje: pintura, escultura, dibujo, 'collage', vídeo, instalaciones e incluso poesía (¡Oh, sorpresa! ¡Oh, milagro!), algunas ya realizadas anteriormente por sus autores, junto a otras piezas creadas específicamente para esta ocasión.

Cristina Almodóvar (Madrid, 1970) indaga sobre la percepción orgánica y cíclica del tiempo, fluyente como el río heraclitiano, junto a una lírica vindicación de lo frágil, lo infraleve, lo efímero, vinculadas a nuestra conexión con el entorno, en trabajos de dibujo expandido, instalaciones, y esculturas que oscilan entre lo vegetal y lo estructural. Chus García-Fraile (Madrid, 1965) emplea habitualmente mecánicas visuales multidisciplinares, aunque aquí apuesta por una representación pictórica del paisaje en la que se funden mínimos fragmentos 'pincelados y pixelados', haciendo dialogar ambiguamente tradición y tecnología.

La aportación de Daniel Verbis (León, 1968) añade determinados registros vegetales y eróticos –elemento referencial en su obra– que se combinan bajo el manto protector-ejecutor de la pintura, si bien su acercamiento a este lenguaje es siempre experimental y controvertido. La deconstrucción y cuestionamientos pictóricos que siempre propone nos invitan-incitan a una activa reflexión, firmemente apoyada en su excelente calidad como pintor.

Últimas exposiciones en CentroCentro

Sandra Val, Núria Fuster y Clara Montoya. 'Tres experiencias formales' Comisario: Miguel Cereceda. Hasta el 26 de octubre. Tres estrellas.

Crsitina Almodóvar, Chus García-Fraile y Daniel Verbis. 'Instante eterno en el jardín'. Comisaria: Lola Durán Úcar. Hasta el 16 de noviembre. CentroCentro. Madrid. Plaza de Cibeles, 1. Cuatro estrellas.

Se trata en suma de dos exposiciones en CentroCentro bien urdidas y elaboradas que, si bien podemos juzgar diferentes en recepción y resultado, visualizándose –aparentemente– con efectos poco próximos entre sí, lo cierto es que no dejan de presentar ciertos puntos de tangencia, sobre todo en el hecho de cimentarse en sólidos soportes conceptuales, y en la voluntad de presentar las visiones de artistas poseedores de medias y estables trayectorias creativas, algo que me parece de una justicia histórica francamente elogiable.