'Deseando ser', de Daniel Verbis, en el MARCO de Vigo:

Grandes gestos repetidos a modo de retícula que magnifican el espacio donde se encuentran, antes que la propia imagen construida específicamente para la ocasión. Pero más allá del lienzo y el contexto expositivo, nos encontramos ante un pintor que no resuelve las imágenes, las deja en su espacio líquido, una especie de meta ficción, grotesca y fantástica.

MARCO recoge una amplia mirada sobre la obra del leonés. El conjunto de obras representativas de los últimos años abarca el ámbito de la pintura, el dibujo, la escultura e intervenciones específicas: tanto en los objetos y en los espacios cuidadosamente diseñados, como en el panóptico que nos persigue al salir y entrar de las salas.

Desde sus comienzos en la facultad de Bellas Artes de Salamanca, su inicio estuvo marcado por las posibilidades expresivas de la pintura como lenguaje siempre abierto a diversas posibilidades, límites y comportamientos sobre el lienzo. La pintura, parafraseando a Verbis: un pensamiento que da estabilidad a lo que tiembla. Los múltiples significados de los bastidores, de los objetos y los materiales adjuntos a la superficie blanca, lo persiguen de la misma manera que él los persigue a ellos (aquellos maravillosos años 80). A lo largo de la cita, sobrevuela una manera de pensar la pintura: trabajar hasta que el significado aparezca. O desaparezca. El título, por supuesto, lo elige cuando la obra finaliza. Instalación en el espacio central del museo: 'Algo tendrá el agua cuando la bendicen'.

El trabajo de Verbis, 'grosso modo', es una reminiscencia espiral hacia sus evidentes referencias: Luis Gordillo, Op Art, la vertiente peninsular más gestual de los ochenta, y ciertas revisiones a Duchamp. Todo bañado de su particular manera de construir estancias dentro del cuadro. El proceso, el proceso, el proceso. En sus palabras: «Como el entomólogo que atraviesa con un alfiler el cuerpo rígido de una mariposa para que pueda apreciarse la tornasolada pigmentación de sus alas, el pintor inmoviliza el tránsito de las formas para encontrar la forma exacta o la forma adecuada, la armonía o la lógica. O como se le ha llamado siempre, la belleza».

Sin una imagen preconcebida u objetivo claro, la característica más destacable en Verbis tal vez sea que salta a la vista precisamente eso, que detuvo la imagen sin saber qué resultado iba a ser el último. La pintura como proceso metamórfico donde el artista encuentra, fija, detiene el quehacer antes de que la conclusión aparezca.

Daniel Verbis

'Deseando ser'. MARCO. Vigo. C/ Príncipe, 54. Comisario: Miguel Fernández-Cid. Hasta el 25 de agosto. Cuatro estrellas

Podríamos decir que se trata de imágenes que casi parecen ecografías prenatales. Masas de color que un pintor fotografía. Una temporalidad. Un acontecimiento. «No hay un significado -dice- sino múltiples que se solapan, se sustituyen, se complementan, se contradicen, se articulan entre ellos. [...] Mi pintura es un lugar de creación de sentido, más que un lugar donde detallar una idea». Y continúa: «La pintura nunca dejará de ser un pensamiento de los ojos para los ojos que se hace modélico, precisamente porque da estabilidad a lo que tiembla». Deseando ver.