'Espejo del mundo', de Patricia Gómez y María Jesús González: Vivencias del derrumbe en 1MiraMadrid

En 2017, comenzaron a intervenir en los pabellones abandonados del último hospital psiquiátrico de Valencia, enfocándose en el período comprendido entre su apertura en 1973 y mediados de los 80, cuando empezaron a vaciarse tras la reforma psiquiátrica que puso fin a la marginación en la atención de personas con enfermedades mentales, integrándolas en el sistema sanitario general. En los últimos años, han presentado distintos capítulos de este proyecto en diversas salas e instituciones, desarrollados a través de variados recursos técnicos y conceptuales.

Esta nueva exposición en 1MiraMadrid se estructura en torno a dos cuerpos de trabajo. El primero nace del arranque mural de las paredes de las habitaciones de los pacientes, utilizando un meticuloso proceso técnico que permite recopilar un extenso inventario de registros gráficos: huellas anónimas, marcas de cabeceros de camas, desprendimientos, arañazos, golpes de mobiliario e inscripciones. Dispuestos a modo de políptico, estos fragmentos murales juegan hábilmente con la ambigüedad: ¿Estamos viendo muros desgastados por el paso del tiempo o unas elaboradas composiciones pictóricas propias del discurso abstracto moderno? Más allá de esta tensión semántica, las artistas nos invitan a reactivar la arquitectura no solo como un simple decorado, sino como un espacio cargado de temporalidades, vivencias y recuerdos.

El segundo núcleo de la cita se centra en la apropiación de objetos cotidianos, como los pequeños espejos repartidos por los pabellones, que las artistas extrajeron de los muros para integrarlos en una impactante instalación. Dichos espejos son empleados como símbolos de las ambivalencias de la institución psiquiátrica que, incluso en su condición marginal y limítrofe, reflejaría -según afirman- «los comportamientos y contradicciones del propio sistema social».

Su propuesta conecta con las inquietudes de otras artistas españolas, como Dora García y Paula Rubio Infante, quienes también han explorado los límites de la reforma psiquiátrica de finales del franquismo, que intentó reinventar la psiquiatría como un campo no orientado a la represión. La singularidad de Gómez y González radica en su aproximación más fenomenológica que crítica, evitando caer así el enésimo parafraseo de las ideas de Foucault sobre el manicomio como dispositivo de dominación. Aunque no eluden las implicaciones históricas y políticas, su metodología se centra en la experiencia pausada del espacio interpelado.

Esto se refleja con nitidez en el vídeo que abre la exposición, donde se muestra cómo ambas han recorrido cada rincón del antiguo hospital psiquiátrico de Bétera para invocar la memoria de una arquitectura interior que demanda ser exteriorizada.

Patricia Gómez y María Jesús González

'Espejo del mundo'. Galería 1MiraMadrid. Madrid. C/ Argumosa, 16. Hasta el 2 de noviembre. Cuatro estrellas

A partir de ahí, su búsqueda se mueve principalmente en el ámbito de la reflexión estética, empleando asociaciones, descontextualizaciones, extrañamientos, juegos compositivos y diálogos cromáticos. Su exploración, además de recuperar la memoria del psiquiátrico, busca desdibujar los límites entre la racionalidad y la locura, y desentrañar cómo la normalidad se construye a través de una densa red de barreras y exclusiones.