arte
De dónde venimos, a dónde vamos (y II)
Directores de los más destacados museos en España analizan el modelo y ponen las cartas sobre la mesa respondiendo a tres preguntas: 1.¿Han vivido los centros artísticos por encima de sus posibilidades en estas últimas décadas? 2. ¿A qué presente nos enfrentamos? 3. ¿Precisamos de un cambio de planteamiento para encarar el futuro?
De dónde venimos, a dónde vamos (y II)
Ferran Barenblit (CA2M)
1.- En mi opinión, hemos aprovechado bien el momento . Siempre es bueno construir estructuras culturales y los museos cumplimos hoy una función imprescindible. Lo que tal vez desentone un poco es que un museo debe ser siempre el vértice de ... una pirámide más amplia, con una buena base sobre la que sustentarse. En España se ha pretendido que el museo generase por sí solo esa base. No somos nosotros los que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, sino las administraciones que encargaron la creación de determinados centros. Solo unos pocos han vivido de forma holgada , pero todos han hecho un excelente trabajo.
2.- El objetivo, en este momento, es consolidar esa base, lo que nos lleva a hablar de las audiencias , un proceso que tendría que haber sido paralelo. No olvidemos dos cosas: que el nuestro es un país que se saltó la modernidad de un plumazo y llegó de forma abrupta a la contemporaneidad, y que, como otros muchos, es un país de discursos locales (lo que son uniformes son las fórmulas profesionales de trabajo). Todo ello debe reflejarse en las programaciones. Ahora toca capear el temporal a nivel financiero . Y eso pasa por establecer prioridades. Yo tengo la suerte de dirigir un centro que no está dimensionado. Y debemos aprender a aportar nuestro grano de arena al análisis de la situación a la que nos enfrentamos.
3.- Lo que no se puede hacer es una programación de trinchera pensando en el futuro. Ideas y exposiciones no pueden depender de unos presupuestos. Nuestro tiempo debe ser siempre el ahora . Y tenemos que dar respuestas desde el museo a lo que nos acontece, aprender a girar sobre nosotros mismos y sacar a la luz las contradicciones. Esa es la labor del arte.
Iñaki Martínez Antelo (MARCO)
1.- En veinte años, en España se ha creado una importante red de museos, auditorios, teatros y otras infraestructuras culturales de las que carecíamos. Es obvio que aquel boom respondía a una necesidad de puesta al día –en Galicia, hubo un punto de inflexión con la apertura del CGAC, donde se empezó a formar todo un conjunto de profesionales–, pero en general hubo una gran falta de planificación , una enorme especulación y se generó una competencia entre ciudades y comunidades autónomas en las que se quería copiar un modelo aparentemente exitoso, en lugar de buscar la diferencia, la especialización y la complementariedad.
2.- La situación es muy complicada; los que trabajamos en el sector cultural intentamos optimizar recursos y apoyar iniciativas que de otro modo podrían desaparecer. En esta política de resistencia en la que nos encontramos, entre recortes e impagos, no queda apenas espacio para realizar las funciones para las que fuimos contratados. En la mayoría de nuestros equipos no hay espacio, ni tiempo para buscar patrocinios, elaborar planes estratégicos o analizar la situación. Intentamos sortear el temporal evitando que afecte al personal y a la cancelación de actividades que ha costado años construir.
3.- La situación económica está repercutiendo en todos los sectores, entre ellos, la cultura en general y los museos en particular. Parte de nuestra responsabilidad consiste en buscar salidas. Deberíamos ir hacia un modelo de financiación mixta entre lo público y lo privado. Tendría que haber mejores ventajas fiscales para que empresas y particulares se implicasen en nuestros programas. En gran parte es una responsabilidad política , que debería respaldarse con una buena ley de mecenazgo y mostrando los beneficios –no solo fiscales– para una empresa a la hora de invertir en cultura. Nuestro objetivo ahora se centra en mantener la calidad de la programación , defendiendo la necesidad de mantener el apoyo institucional de un sector que es clave en la economía de nuestro país, pero también recurriendo a fórmulas como cofinanciación , trabajo en red, patrocinios o proyectos de mayor duración.
Juan A. Álvarez Reyes (CAAC)
1.- Salvo dos o tres museos, en España, son pocos los espacios que se han permitido vivir por encima de sus posibilidades. La inmensa mayoría de centros hemos trabajado siempre con presupuestos muy ajustados. En sus mejores épocas, el CAAC contaba con siete millones de euros. Ahora no llegamos a tres. Pensemos que somos un espacio que tiene que proyectarse a toda Andalucía. Y tampoco estas décadas han supuesto una inflación de museos. La democracia marcó un antes y un después. En estos años hemos pasado de la anormalidad a la normalidad en lo que respecta a nuestra relación con lo contemporáneo.
2.- Vivimos momentos de incertidumbre. Estamos descolocados porque la crisis nos ha pillado con el pie cambiado . Y lo peor es que la situación no se estabiliza, sino que varía cada poco tiempo. Es muy difícil trabajar bajo estas premisas. Los museos necesitan lanzar su mirada al medio y largo plazo, y no pueden ver cómo sus presupuestos se van ajustando. Eso desmonta labores de años. Toca resistir , pero, sobre todo, conseguir que pervivan las instituciones que hemos creado.
3.- La gran duda es si la crisis actual es sistémica o coyuntural . Si la respuesta es que es pasajera, bastará con resistir, incluso con subsistir. Si lo que ocurre es que vamos a otro modelo, entonces sí que habrá que modificar el concepto que tenemos de museo. Pero hasta que no despejemos esa incógnita no daremos solución al problema. Lo único que tenemos claro en el CAAC en este momento es que nosotros producimos pensamiento crítico, no cultura del espectáculo . Independientemente del entorno adverso en el que toque trabajar, esa es una línea roja que no se puede rebasar.
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