arte
De dónde venimos, a dónde vamos (I)
Directores de los más destacados museos en España analizan el modelo y ponen las cartas sobre la mesa respondiendo a tres preguntas: 1.¿Han vivido los centros artísticos por encima de sus posibilidades en estas últimas décadas? 2. ¿A qué presente nos enfrentamos? 3. ¿Precisamos de un cambio de planteamiento para encarar el futuro?
javier díaz-guardiola
Daniel Castillejo (Artium)
1.- El problema es que cuando surgieron muchos de los nuevos centros en España, coincidiendo con la época de bonanza, nadie puso nada en duda . Todo parecía posible y nos atrevimos a hablar de que estábamos creando nuevos modelos de ... museo . Pero todo se basó en la misma burbuja. Hubo muchos espacios que arrancaron sin colección, pero el aire de los tiempos daba para crearlas en poco tiempo. Eso dio lugar a estructuras mastodónticas , cuyas estructuras internas, organzativas y curatoriales respondían a una idea de crecimiento infinito .
2.- Hoy todo el modelo se ha venido abajo. Y el de museo es un concepto oscuro: oscuro porque son estructuras poco transparentes, poco ágiles, aunque paradójicamente dan la imagen contraria por ocuparse del arte más rabiosamente actual, el más joven, el que responde a las preocupaciones sociales de nuestra época. A corto plazo, t enemos que desmontar las estructuras mastodónticas que hemos generado. Y debemos democratizarlas, no en un sentido político, sino de hacer transparente su gestión , su funcionamiento. No hay que cerrar las estructuras, sino conseguir que los objetivos museísticos coincidan con lo que demandan los artistas.
3.- El objetivo final es, sin duda, el cambio de modelo . Esto es algo natural. Las prácticas artísticas no son en absoluto ahora las mismas que cuando yo empecé a trabajar hace 25 años. Ahora, ¿a qué modelo debemos tender? Lo que sí que tenemos que tener claro es que el concepto de patrimonio debe revisarse de arriba abajo. No puede basarse en las ideas de «mueble e inmueble», sino en el de e xperiencia transmitible. El museo no puede seguir siendo un gran estómago que engulle objetos. Resolviendo eso, tendríamos un buen trecho recorrido. Y la crisis es global , es decir, la solución no solo sirve para nosotros en España, sino que es a lo que están tendiendo todos los centros en el mundo.
Manuel Borja-Villel (M. Reina Sofía)
1.- Es cierto que en España la cultura ha estado muy vinculada a la economía. Se priorizaron acciones culturales basadas en recuperar tejidos urbanísticos , generar grandes audiencias y fomentar la cultura del espectáculo, sin cuestinoamiento crítico . El resultado es amorfo, epidérmico y ha dado pie a situaciones inviables. Pero también hay cosas que se han hecho bien: contamos con buenas equipaciones y con colecciones que no están nada mal. Se han alcazado ciertos niveles de excelencia en el discurso y se ha acercado a la gente al arte contemporáneo. El lamento nostálgico por un pasado que no volverá es casi reaccionario . Y la crisis es la excusa perfecta para seguir denostando a la cultura y al arte actual para aquellos que nunca creyeron en ellos.
2.- La situación es grave y similar a la que se vive tras una guerra: se tardará una generación en recuperarnos. Vivimos una crisis de valores, en el que la tensión entre mercados y pensamiento se ha inclinado del lado del primero. Pero esta crisis es global. Pondré un ejemplo. Nosotros organizamos una gran exposición sobre James Coleman , un artista minoritario, en la que estaba interesada la Tate . Luego se echó para atrás porque no iba a atraer visitantes... No hay dinero público, pero estoy en contra de la privatización de la cultura . Habrá que reinventarnos para que se mantenga la vocación educativa y evitar la sumisión al mercado.
3.- Nuestras estructuras son potentes pero inviables . Necesitamos nuevas formas de narrar, producir, distribuir y educar, algunas de las cuales ya nos las aportaron ciertos artistas desde los setenta. Y hay que superar el modelo nacional . Se tienen que imponer las estructuras supranacionales. La idea de museo es del siglo XIX, basada en la acumulación, lo que limita el acceso al conocimiento. En la sociedad que nos ha tocado vivir todo está en red, flota en la nube . Deben surgir nuevas formas de coleccionismo basadas en compartir. Y nuestra red debe tejerse junto a Latinoamérica, Europa y el Mediterráneo . Más que nunca, la responsabilidad del director de museo ha de ser ética.
Agustín Pérez Rubio (MUSAC)
1.- Estoy en contra de la idea de que ha habido derroches en el ámbito del arte. La cultura no tiene la culpa de la situación del país . Somos el cuatro por ciento del PIB, pero no pintamos nada en los presupuestos. En lo que se ha gastado ha sido en infraestructuras, por lo que las responsabilidades se han de pedir a los políticos . Nos nombran directores de unos museos que no pedimos, como no pedimos que tengan tal superficie o que sean construidos por tal arquitecto. Quedémonos con que se ha profesionalizado el sector. En veinte años se han creado unas estructuras que tienen que ver con el nacimiento de nuevos centros, ferias, colecciones, protocolos de actuación, asociacionismo y buenas prácticas.
2.- El panorama actual es desolador. Cierres, recortes, despidos y el incumplimiento de protocolos de actuación. Eso sí que incide en la marca España en el exterior. A los artistas extranjeros no les va a interesar exponer aquí. Y cuando pides una pieza en préstamo no se fían. Nosotros ya estamos formados, pero así te cargas a la generación siguiente . Por eso he dimitido yo. Entiendo que no haya dinero, pero no se puede trabajar si no es con profesionalidad, sin hacer el trabajo de cuatro, con injerencia política y pensando solo en el impacto periodístico. No se dan cuenta de que los museos somos cultura y educamos a nuestro público.
3.- ¿Hace falta un cambio de modelo? Desde luego, pero era necesario hace tiempo. El problema es que cuando cierras un museo el esfuerzo para levantarlo de nuevo es inmenso . Yo siempre supe que sería el director del MUSAC de la crisis. Pero se tiene que trabajar con unos mínimos , con confianza en los profesionales y libertad de actuación; si no, mejor ciérralo. Soy muy apocalíptico , pero es que no veo la luz. Nos ha costado mucho profesionalizarnos y muy poco desprofesionalizarnos y deshumanizarnos.
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