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ARCO, en el mapa del arte internacional

Tras 37 ediciones, ARCO ha demostrado su capacidad para perdurar. Pero aún necesita luchar por un lugar bien definido entre las cada vez más numerosas ferias internacional

Visitantes contemplan una exposición en ArtBasel AFP

Laura Revuelta

ARCO tiene trenta y siete años recién cumplidos. Una edad que le permite decir que ha sobrevivido a muchas batallas y una de ellas, quizá la más importante, es la de la competencia internacional . Pese a que las arenas han sido movedizas y perdió una ocasión de oro para convertirse en grande, muy grande (luego hablaré de ello), ha aguantado el tipo y ha conseguido hacerse un traje a la medida de sus circunstancias y las del mercado nacional del arte. Cuando ARCO nace en los año 80 había ferias pero no tantas como ahora pueblan el panorama, el mapa. Quizá se pudieran contar con los dedos de una mano las que rellenaban el calendario del buen coleccionista. Ahora se necesitan los dedos de varias manos para enumerarlas y para cubrirlas, varios billetes de avión en la cartera. Que le pregunten a algunos de los galeristas que pueblan este escenario cómo en los años de crisis intensa han tenido que probar en todos los continentes y todos los escenarios posibles: abrir un estand, no solo en ARCO, sino en varias ferias en el mismo año para llegar a otros mercados y a otros posibles compradores. Eso que siempre se ha dicho de trabajar más para ganar lo mismo, o tirar la caña en aguas menos revueltas.

En el mapa internacional, ARCO siempre ha sido la feria más marchosa, aquella que tenía las noches más animadas. No en vano, nace en los tiempos de la Movida, y ese ha sido uno de sus salvoconductos. Pero esa marca termina diluyéndose porque ya a los buenos coleccionistas no solo se les gana con noches interminables. Es necesario una seña de identidad muy marcada. Ofrecer algo distinto en el mercado del arte cuando hay ferias y propuestas para aburrir , de Miami a Hong Kong, de México a Dubai, y quizá con mejores artistas en sus alineaciones, de los más cotizados.

ARCO siempre ha sido la feria más marchosa, aquella que tenía las noches más animadas

Ajustar sus dimensiones y presupuestos a la demanda del mercado que cubre es algo que ha sabido hacer muy bien ARCO. Puede que haya perdido la batalla internacional, la de ondear su bandera en uno de los mástiles más altos junto con la franquicia de ArtBasel , pero, desde luego, ha ganado de puertas adentros. Por mucho que se organicen ferias o similares en capitales de provincia, en provincias o comunidades autónomas (algunas quedan, aunque cada vez son menos) en ARCO es donde se vende. La feria española que se come toda la tarta. Todas las galerías nacionales quieren tener su hueco en la Feria , y de ahí las «tortas» que siempre ha habido por entrar o por seducir al comité de selección. Ese poder de convocatoria ha conseguido que su «marca» se haya asentado en el territorio cercano de Lisboa donde, pese a la corta andadura del experimento, parece que tiene bastante recorrido por delante. No olvidemos que la capital del país vecino ahora está de moda y en ella están invirtiendo importantes fortunas del glamur de mentira y del dinero de verdad. ARCO perdió la batalla de Miami, la franquicia ArtBasel asentó sus capacidades antes y la jugada le salió redonda , pero puede que con Lisboa y su versión reducida de ARCO tenga una segunda oportunidad de expansión sin necesidad de recorrer muchos kilómetros.

Si Madrid tiene su Feria -por cierto, antes de cuajar aquí la idea se intentó montar Arco en Barcelona-, París, también (una FIAC , que ha renacido a trancas y barrancas), y Londres con una Frieze que revolucionó el mercado hace unos años por su modernidad y frescura de propuestas. No obstante, el resto de Europa y sus capitales con feria de arte incluida (Colonia, Berlín, Turín…) poco tienen que aportar al mercado internacional porque ArtBasel es la franquicia que todo se lo queda en el Viejo Continente y allende el Viejo Continente . Desde que fuera creada en 1970 por un grupo de galeristas, entre ellos el mítico Ernst Beyeler , no ha parado de hacer caja y de expandirse por medio mundo. La gran cita del mercado del arte se celebra a principios de junio cuando abre sus puertas ArtBasel en su sede central suiza (Basilea). Un espectáculo de poder artístico y monetario. ArtBasel y los galeristas que allí acuden consiguen que en esos días este mercado parezca un museo donde se puede disfrutar lo más grande que ha dado la Historia del Arte en el último siglo y medio , de finales del XIX hasta nuestros días. Un museo, para quien nada vaya a comprar, y el escaparate perfecto para los coleccionistas privados y públicos más importantes del mundo. Si uno tiene dinero a raudales puede encontrar de todo y casi todo bueno en la feria de las ferias. No hay competencia.

La gran cita del mercado del arte se celebra a principios de junio cuando abre sus puertas ArtBasel en su sede central suiza

ARCO pudo desplazar geográficamente a ArtBasel cuando se pensó, aunque fuera muy fugazmente, que Miami era un emplazamiento ideal para conquistar el mercado latino con ganas de invertir en arte y participar así en la creación de algunas de las colecciones más interesantes del panorama inter- nacional. Pero ARCO dejó pasar la oportunidad que le correspondía por filiación cultural y llegaron los suizos de ArtBasel para montar allí su feria . Acertó de pleno porque el mercado latino del coleccionismo subió como la espuma. Al olor de este subidón, México se inventó su proyecto MACO que tan buenas rentas le están dando. Y luego ha venido Bogotá, y Lima, y Buenos Aires… Sao Paulo es otra cosa, pues su bienal ha marcado mucho el nivel del arte y su cultura en aquellas tierras. Ya les digo que el mercado del arte internacional tiene ferias para aburrir. Y en eso estalló el mercado oriental, China y su dinero que todo lo quiere y todo lo compra . ArtBasel miró a Hong Kong y allí que puso otra bandera. El mercado de allí nada tiene que ver con el de aquí. De hecho, poco coleccionista occidental se vislumbra por aquellos lares, pero, desde luego, arrasa como fenómeno comercial y popular. Sin lugar a dudas, se trata de un mercado con mucho potencial por el dinero que mueve pero también muy «local»: dirigido a Oriente, a China, a Japón… con una larguísima lista de artistas prácticamente desconocidos en nuestro ámbito. Pocos vasos comunicantes hay entre lo que allí pasa y lo que aquí sucede. Gustos e intereses muy distintos.

Otra mención merece el territorio árabe, donde también se ha generado un epicentro mercantil. Por supuesto, dinero llama a dinero, en este caso, el que circula en el mercado del arte con mayúsculas. World Art Dubai concentra toda la atención y, pese a sus peculiaridades, tiene más puntos en común que diferencias con lo que ocurre a este lado del mapa artístico.

Como se ve hay ferias en este mundo para todos los gustos y bolsillos y eso que no hablamos de las que nacen al calor de estas grandes… ARCO es veterana y, por tanto, tiene mucho que enseñar . Otras ferias vendrán, pero ARCO se quedará.

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