Ferlosio, D´Ormesson y Guillén Núñez, premios «Mariano de Cavia», «Luca de Tena» y «Mingote»

Ha cultivado también la poesía, el cuento, la narración breve, el ensayo y los artículos periodísticos. En 1983 publicó «El huésped de las nieves». Tres años después, rompió su silencio literario de varios años con la publicación de la novela «El testimonio de Yarfoz», que fue finalista en el premio Nacional de Literatura. Simultáneamente, aparecieron dos ensayos: «Mientras no cambien los dioses nada ha cambiado» y «Campo de Marte», además de una colección de artículos titulado «La homilía del ratón». En 1986 escribió «El ejército nacional». Tardó seis años en publicar su siguiente trabajo, «Ensayos y artículos», editado en dos volúmenes, en los que se recopilan textos ya publicados, junto a otros inéditos.

Sánchez Ferlosio se ha caracterizado siempre por mantener una postura crítica sobre temas de interés social y por su antibelicismo. En 1983 obtuvo el primer premio Francisco Cerecedo de la Asociación de Periodistas Europeos, dotado de un millón de pesetas, por su artículo «La conciencia del débil se lava en sangre». En noviembre de 1991 fue galardonado con el premio Comunidad de Madrid en reconocimiento a «toda una vida dedicada al arte», en la categoría de literatura. Rafael Sánchez Ferlosio presentó en 1993 su libro de aforismos «Vendrán más años malos y nos harán más ciegos». En él recoge textos de distintos géneros, que llama «Pecios». En abril de 1992 fue investido doctor «honoris causa» por La Sapienza de Roma «por sus altísimos méritos culturales». Su discurso de aceptación fue dedicado a la «Ritualización de la cultura».

El 10 febrero de 1994 obtuvo el premio Ciudad de Barcelona por su obra «Vendrán más años malos y nos harán más ciegos». El 14 de noviembre de ese mismo año, Rafael Sánchez Ferlosio obtuvo el premio Nacional de Ensayo por el mismo libro. Sobre la obra de Ferlosio se han realizado numerosos estudios. Así, el escritor y catedrático Darío Villanueva ha escrito «El Jarama de Sánchez Ferlosio: su estructura y significado» y su amigo y profesor Gonzalo Hidalgo ha publicado un riguroso estudio sobre toda su obra titulado: «Camino de Jotán. La razón narrativa de Ferlosio».

Después de unos años de paréntesis creativo, en febrero de 2000 publica en Barcelona «El alma y la vergüenza», una recopilación de ensayos, conferencias y artículos. El pasado 4 de abril fue investido doctor «honoris causa» por la Universidad Autónoma de Madrid, junto al matemático francés Haim Brezis. El escritor arremetió en su discurso contra lo que calificó como «borrachera de grandeza histórica» que asume Estados Unidos «para amenazar al mundo entero». El último acto público de Rafael Sánchez Ferlosio fue el pasado día 15 en Barcelona, cuando presentó su nuevo libro, «La hija de la guerra y la madre de la patria» (Destino), cuya primera edición ya se ha agotado. En él aborda, entre otros asuntos, la educación, la enseñanza y la responsabilidad moral de Estados Unidos en el conflicto afgano. Durante la presentación del libro, el autor señaló que «hay que enseñar a los jóvenes a conocer la historia de la existencia». En 1953 contrajo matrimonio con la escritora Carmen Martín Gaite, aunque se separaron años más tarde. En la actualidad está casado con Demetria Zamora.

Jean, Bruno, Wladimir, François-de-Paule Lefèvre d´Ormesson, conde Jean d´Ormesson, nació en 1925 de París. Escritor, periodista y miembro de la Academia francesa, es hijo de André, marqués d´Ormesson, embajador de Francia, y de la marquesa Marie Anisson du Perron. Estudió en los liceos Louis-le-Grand y Henri-IV de París. Licenciado en Letras e Historia, se diplomó en estudios superiores de Filosofía.

Ha trabajado en diversos gabinetes ministeriales y ha participado en las delegaciones francesas de numerosas conferencias internacionales (Conferencia de Paz, Asamblea General de Naciones Unidas...) Entre 1958 y 1959 fue consejero técnico del gabinete del ministro de Educación, y de 1958 a 1965, trabajó con el secretario de Estado para la Juventud y los Deportes. Colaborador de diversos periódicos de París y de provincias desde 1949, fue nombrado en 1950 secretario general del Consejo Internacional de Filosofía y Ciencias Humanas de la Unesco. Redactor jefe y miembro del Comité de Dirección de la revista «Diógenes», ha desempeñado buena parte de su dilatada carrera periodística en «Le Figaro», donde ha ocupado distintos cargos: de 1974 a 1976 presidió la Sociedad de Gestión del diario. en 1974 fue nombrado director, en 1976 director general y desde 1977 ejerció como editorialista y cronista. El 18 de octubre de 1973 fue elegido miembro de la Academia Francesa para ocupar el sillón de Jules Romains. Precisamente, preside desde 1971 la Sociedad de Amigos de Jules Romains.

Ha escrito artículos para «Nouvelle Revue Française», «Nef», «Revue de Paris», «Arts», «Réalités», «Paris-Match»... Además, es autor de numerosos libros, como «L´amour est un plaisir» (1956), «Un amour pour rien» (1960), «Gloire de l´Empire» (1971), galardonada con el gran premio de novela de la Academia francesa; «Au plaisir de Dieu» (1974), premio Balzac; «Le vagabond qui passe sous une ombrelle trouée» (1978), «Dieu, sa vie, son oeuvre» (1981), «Tous les hommes en sont fous» (1985), «Le bonheur à San Miniato» (1987), «Garçon, de quoi écrire» (1989), «Histoire du juif errant» (1991), premio Scanno; «La douane de mer» (1994), gran premio RTL Lire y premio Hassan II; «La rapport Gabriel» (1999), premio Jean Giono, y «Voyez comme on danse», publicada el año pasado. Comendador de la Legión de Honor y oficial de la Orden Nacional al Mérito, obtuvo en 1984 el premio Chateaubriand al conjunto de su obra.

De madre malagueña y padre almeriense, Juan José Guillén Nuñez nació en Madrid en 1965. Cursó sus primeros estudios en los colegios de San Roque y San Ildefonso, centros a los que siguieron el Instituto Cardenal Cisneros y el Juan de la Cierva. En este último estudió electrónica industrial. Lo que se suponía que iba a ser su futuro se quebró el día en el que, contando 17 años, un amigo le mostró una cámara fotográfica que le habían regalado. Con un «si empiezas no lo sueltas», explica Guillén haberse convertido a los 19 años en «free-lance». Fue un tiempo de colaboraciones en diversos medios. Llegó la etapa de «Época» y la del suplemento dominical de ABC en los años 80, en el que trabajó alrededor de tres años. Después ingresó en la agencia Efe, donde actualmente desempeña su trabajo.