El Estado ha ingresado solo en los ocho primeros meses del año los 1.000 millones de euros adicionales que le reclama la Generalitat para poder atender los gastos de sanidad y educación sin exceder el objetivo de déficit establecido para este año.

Conforme avanzó este periódico el pasado mes de junio, la previsión del Gobierno se sitúa en incrementar entre 1.000 y 1.200 millones de euros su recaudación por impuestos estatales en la Comunidad Valenciana durante el presente ejercicio. La reactivación de la actividad económica ha propiciado que al cierre de agosto, con cuatro meses de antelación, se hayan cumplido las previsiones.

En concreto, de acuerdo con los datos facilitados ayer por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT), en los ocho primeros meses del año Hacienda ha recaudado 6.799 millones de euros, lo que supone un incremento del 16,5% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. En total, un aumento de 965 millones de euros en términos absolutos, que equivalen prácticamente a la cantidad que reclama la Generalitat para poder cuadrar sus cuentas si realizar nuevos ajustes del gasto, toda vez que el Gobierno ha decidido aplazar el debate sobre la reforma del modelo de financiación hasta después de 2015.

La evolución de los ingresos por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y del IVA revelan la mejoría de la coyuntura económica (se han creado más de 40.000 empleos en un año y las ventas del comercio reputan tras un lustro de caídas), y explican en buena medida el aumento de la recaudación.

Aumento del IRPF

En concreto, el Estado ingresó en la Comunidad Valenciana un total de 2.955 millones de euros en concepto de IRPF solo hasta agosto. Esta cifra representa un aumento del 10,6 por ciento en relación a 2013. Sin embargo, el crecimiento más espectacular se registra en el IVA. El impuesto que grava el consumo y que refleja con mayor exactitud la evolución de la demanda interna se dispara un 34,7 por ciento –en buena medida por el récord de turistas que han visitado la Comunidad Valenciana– y ya aporta 2.640 millones de euros a las arcas estatales, siempre de acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria a los que ha tenido acceso ABC.

Con este escenario recaudatorio, la Generalitat aspira a que el Gobierno establezca un mecanismo de compensación bajo una sencilla regla matemática. Si Hacienda transfiere a la Comunidad Valenciana los 1.000 millones de euros de ingresos adicionales registrados hasta agosto, el Consell cumpliría con el objetivo de déficit sin necesidad de ejecutar nuevos recortes –un escenario que el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, y el propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ya han rechazado–, y el Gobierno podría disponer de los excedentes de recaudación de los últimos cuatro meses del año, que se sumarían a la cantidad fija que ya entró en caja en 2013.

En este contexto, Moragues ya ha advertido de que, sin esos 1.000 millones adicionales, va a ser casi imposible que la Generalitat cumpla el objetivo de déficit sin acometer los citados recortes ya descartados. La Comunidad Valenciana, de hecho, elevó en julio su déficit hasta el 0,94% (770 millones de euros de desfase entre ingresos y gastos), por lo que se queda a solo seis décimas del objetivo marcado por el Gobierno para el conjunto del ejercicio.

De acuerdo con los cálculos de la Conselleria de Hacienda, de cada cien euros que ingresará de más el Estado en el presente ejercicio, al menos doce corresponderán a los impuestos pagados por los valencianos.

Gasto social

Una cifra, situada en el entorno de los 1.200 millones de euros, que en el caso de ser transferida al Consell en el marco del nuev o sistema de financiación, garantizaría al Ejecutivo que preside Alberto Fabra cubrir los más de 10.000 millones de euros anuales que supone el mantenimiento del gasto social (sanidad, educación y bienestar social) sin necesidad de recurrir al endeudamiento, al déficit o a los recortes del gasto, especialmente en un año marcado por la celebración de las elecciones autonómicas y municipales.

Ese aumento de la recaudación por la reactivación económica, de hecho, es lo que ha servido de base a Fabra para anunciar (con el visto bueno de Montoro) la rebaja del IRPF en el tramo autonómico que –tal como adelantó en exclusiva este periódico– propuso en el Debate de Política General.