El Parlament aborda el aumento de la pobreza con un pleno monográfico

La presidenta de la Cámara catalana, Núria de Gispert, ha pedido a todos los diputados un minuto de silencio al inicio de las sesiones plenarias de esta semana y, de forma solemne, todos los diputados se han levantado de sus escaños para guardar silencio durante un minuto.

La Junta de Portavoces del Parlament aprobó también ayer una resolución de condena «tajante» de los actos de terrorismo y en la que se manifestaba su respeto y solidaridad con las víctimas, un texto que, sin embargo, no se ha leído al inicio de la sesión plenaria.

El objetivo del debate monográfico, que se enmarca en un pleno ordinario que finalizará el viernes, es el de abordar estrategias para reducir la pobreza y las desigualdades sociales, con especial protección de los colectivos vulnerables --niños, ancianos, discapacitados y desempleados--.

La oposición aspira a lograr que del pleno surjan «acuerdos de mínimos» que permitan cubrir las necesidades básicas de todos los catalanes, con prioridad en alimentación, renta mínima y vivienda. Sin embargo, este martes el conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, ha alertado de que «quien genere expectativas de que el pleno es una oportunidad para aprobar nuevas partidas de gasto, simplemente habrá engañado», y ha pedido que no se convierta en un debate preelectoral.

El portavoz adjunto de ERC en el Parlament, Oriol Amorós, se ha distanciado de las declaraciones de Homs y le ha replicado que los presupuestos no son «una roca inmutable», y ha defendido modificar las cuentas si en el pleno se alcanza algún acuerdo que implique alguna dotación económica. «Afrontamos el pleno con ambición y eso no significa que no tengamos los pies en el suelo», ha replicado Amorós, que ha subrayado que a lo largo de un año el presupuesto puede ser modificado, pero ha apostado por que cualquier medida que suponga un incremento del gasto vaya acompañada de otra que aumente los ingresos, tal y como, según ha dicho, hizo ERC con los presupuestos para preservar el gasto social.