El 19 de junio de 1931 fue un día especial para los lectores taurinos del diario ABC. Y es que, aquella jornada la portada estaba protagonizada por la «Monumental» -la nueva Plaza de Toros de las Ventas del Espíritu Santo- y su primera corrida de toros, la cual se había llevado a cabo el 17 de junio. Esta construcción, diseñada por José Espeliú y Manuel Muñoz Monasterio, tuvo su estreno con una lidia organizada por el entonces alcalde de Madrid Don Pedro Rico, quien destinó el dinero conseguido a las personas sin trabajo de la ciudad.

«No la llamamos plaza Monumental, aunque lo es, por no dar lugar a confusiones entre los que conocen las demás plazas Monumentales. No se parece a ninguna. No es ese mazacote de cemento armado. Es piedra, hierro y ladrillo. Es una plaza ligera, graciosa de líneas, trabajada con gusto y esmero. Era el sueño de Espeliú y se murió al lograrlo. Es una plaza alegre, cómoda, preciosa. Una cosa muy bien lograda», explicaba el redactor de ABC hace más de 80 años.

La corrida de toros contó, a su vez, con la presencia de todo tipo de personajes ilustres, tal y como explica el periodista en su texto: «En el palco principal, el Sr. Alcalá. Zamora, parte del Gobierno. En la presidencia, el alcalde, con Guerrita, Fuentes, Vicente Pastor, Bombita, Machaquito y Bienvenida. Para los dos palcos hubo entusiastas aplausos». Con todo, tras el evento la plaza se cerró durante tres años hasta terminar las labores de acondicionamiento de los alrededores del lugar.

En 1934, ABC dedicó su portada del día 19 a la entrevista que mantuvieron Adolf Hitler –desde 1933 Canciller de Alemania- y Benito Mussolini –en la cúspide del poder italiano desde 1922-. Futuros aliados en la II Guerra Mundial, ambos dignatarios se reunieron en Venecia el 14 de ese mes durante varios días con la intención, según algunos, de «revisar el mapa político de Europa». Aquel día, el diario dedicó un amplio reportaje al encuentro debido a su trascendencia internacional.

«Se examinaron todos los problemas, especialmente los más delicados y substanciales. En todos ellos precisaron los dos jefes de Gobierno sus posiciones respectivas. Se hace constar en los Círculos oficiales que las conversaciones de Venecia no deben considerarse como origen de un bloque de los dos grandes regímenes revolucionarios europeos de tipo fascista», afirmaba por entonces ABC.

El 19 de junio de 1945, Gran Bretaña se hallaba inmersa en la primera campaña electoral sucedida después de la II Guerra Mundial. Tras haber hecho frente a los nazis por tierra, mar y aire, Winston Churchill luchaba por ser reelegido como líder británico contra el candidato del Partido Laborista Clement Atlee. No era una tarea sencilla pues, a pesar de que había sido el caudillo de las islas en el combate contra Hitler, su grupo (el Conservador) era muy impopular entre los ciudadanos. En este día de verano recogido por ABC, el político combatía por unos votos en Woodford, al norte de Londres.

«El día 3 de septiembre de 1939 empezamos una heroica Cruzada por el derecho y la libertad. No ha terminado la dura tarea: todavía tenemos que derrotar a los japoneses y laborar con nuestros aliados, para asegurar que la victoria lleve a una paz duradera, que devuelva a nuestro país la normalidad. Esta tarea requiere la continuidad de la unidad nacional. (…) Juntos hemos de proseguir la solución da los urgentes problemas militares y políticos que tenemos delante. Tiempo habrá, cuando hayan sido resueltos los problemas, de ver si queremos descartar todo nuestro sistema social a favor de unas ideas extravías muy poco acordes con nuestras simpatías por el individualismo y la libertad», explicaba Churchill, según ABC, aquel día.

El día de la proclamación de Felipe VI fue, en 1948, una jornada aparentemente positiva para las relaciones internacionales. Y es que, tras la ofensiva llevada a cabo por los árabes a finales de 1947 sobre Jerusalem y varios meses de guerra, el 11 de junio se produjo un «alto el fuego» que ABC llevó a su portada el 19. Sin embargo, y aunque la tregua duró cuatro semanas, fue finalmente un fiasco, pues los ejércitos de ambas facciones aprovecharon para rearmarse.

En 1963, y más concretamente el 19 de junio, ABC decidió dedicar la portada al Conclave que –tras la muerte por cáncer de estómago del Papa Juan XXIII-, se encargaría de elegir a un nuevo «vicario de Cristo» en el Vaticano. La congregación duró dos días y, tras varias votaciones, fue designado nuevo pontífice Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini, que utilizó el nombre de Pablo VI.

«Hoy, miércoles, día 19, a la caída de la tarde, se inicia—en las estancias del Palacio Vaticano— el Cónclave que ha de elegir al sucesor de Juan XXIII. Es lícito y lógico pensar que en 1983 el voto de los cardenales electores buscará designar a un Pontífice que resulte humana y sobrenaturalmente más adecuado para abordar los problemas con que hoy está enfrentada la Iglesia. Estos se pueden resumir en uno, que los comprende a todos: el Concilio»-, señaló ABC aquel día.

El mismo día de la proclamación de Felipe VI, aunque varias décadas atrás en el tiempo, una casa real también fue protagonista a nivel internacional. Concretamente, el 19 de junio de 1976 el Rey Carlos XVI Gustavo de Suecia (de 30 años) subió al altar de la iglesia de San Pedro de Estocolmo para casarse con Silvia Sommerlath, tres inviernos mayor que él. La ceremonia tuvo lugar tres meses después de su compromiso y dos años después de que la feliz pareja se conociera en los juegos de Munich de 1972.

Así contó ABC la feliz unión: «Con la alta precisión con que ha sido montada toda la ceremonia de la boda del Rey de Suecia con la señorita Silvia Sommertath, hace falta solamente un vulgar reloj para saber lo que estará pasando en un momento determinado durante la jornada del sábado. Si esta minuciosa preparación no resulta alterada por algún hecho inesperado, a las once treinta horas la actual prometida del Rey se habrá convertido en la Reina de Suecia. Y esto, en este nórdico país, se ha convertido en un acontecimiento de proporciones gigantes que ninguna otra noticia podría eclipsarlo o disminuir su importancia. El sábado, para los suecos, se forja historia, y además sueca».

El 19 de junio de 1979, ABC llevó hasta su portada la firma del llamado tratado SALT II («Strategic Arms Limitation Treaty» o, en español «Tratado sobre la limitación de Armas Estratégicas»). El acuerdo, firmado por el Presidente Carter (Estados Unidos) y el líder del Kremlin Leonid Brezhnev (U.R.S.S.), limitó la creación de armamento nuclear en plena Guerra Fría. Con todo, y aunque también buscaba la disminución de los arsenales de las respectivas potencias mundiales, ambos países estuvieron de acuerdo en mantener una reserva armamentística suficiente para un posible contrataque contra su enemigo.

Bajo el titular «SALT y besos» (en referencia a los besos que se dieron ambos líderes para sellar el trato), ABC narró así el suceso: «Ayer se firmó en Viena el tratado SALT-ll entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que prevé la reducción de las armas estratégicas. Los firmantes, Cárter y Breznev, subrayaron precisamente este detalle: reducción, no tan sólo limitación. Pero aun así, la potencia nuclear de las superpotencias es escalofriante, por cuanto entre ambas podrán albergar en sus arsenales más de diez mil bombas atómicas, muy superiores cada una de ellas en poder destructor a las de Hiroshima y Nagasaki. Aparte de los discursos protocolarios típicos de estas ocasiones, el Interés de las conversaciones de Viena ha radicado en la comprobación del precario estado de salud de Breznev»

El 19 de junio de 1980, este diario llevó hasta su portada la visita que el entonces presidente del Gobierno Adolfo Suárez hizo a ABC con motivo de la entrega de los premios «Mariano de Cavia», «Luca de Tena», «Mingote» y «ABC Sevilla». Ese día. El ya fallecido político español «debatió ampliamente con los premiados, miembros del jurado y altos directivos de Prensa Española en un ambiente de franca cordialidad, en el que se abordaron distintos temas políticos de actualidad, así como cuestiones internacionales».

Cada cuatro años, junio se convierte en el mes del fútbol gracias al Mundial. Sin embargo, 1986 fue un año recordado con cariño por los españoles aficionados al balompié, pues España goleó a Dinamarca (la denominada «dinamita roja») por cinco goles a uno en la Copa del Mundo de México. El héroe de la tarde fue Emilio Butragueño quien, a sus 23 años, marcó cuatro de los tantos que dieron el pase a la siguiente ronda a la selección nacional. Con todo, la maldición de los cuartos volvió a hacer su aparición y Bélgica arrebató a nuestro combinado el pase a semifinales.

Aquel día, España jugó con Zubizarreta como portero; Tomás, Camacho, Goicoetxea y Julio Alberto en el eje de la zaga; Calderé, Víctor, Míchel y Gallego en el medio campo y, para terminar, el «Buitre» y Julio Salinas como hombres más adelantados. Tal fue el revuelo en nuestro país, que incluso el Rey felicitó al equipo por la gran victoria conseguida. Y es que, el rival estaba por entonces de moda por su colección de triunfos y su calidad. Sin duda, un día memorable para todos los seguidores de «la roja».

Así narró ABC el día la celebración: «España fue una fiesta tras el grandioso triunfo en la Copa del Mundo de fútbol. Las ciudades y pueblos de nuestra nación fueron una manifestación nocturna en una noche inolvidable. El Rey felicitó, por la emisora Antena 3 y en directo, a nuestra selección y comentó que “si España llega a la final, allí estaré. Ha sido un triunfo inolvidable, memorable”.

A pesar de que los días 19 de junio han estado plagados a lo largo de la historia de Mundiales de Fútbol y actos memorables, también han contado –por desgracia- con todo tipo de sucesos tristes. Uno de ellos se produjo en 1987 y, aunque al cometerse el mismo 19 hubo que esperar hasta la jornada siguiente para que fuera llevado a la portada de ABC, lo cierto es que su trascendencia hace que sea imposible de olvidar. Este trágico hecho no es otro que el atentado que la banda terrorista ETA perpetró en Barcelona contra el supermercado Hipercor.

Aquella jornada, los miembros del denominado «comando Barcelona» cargaron un vehículo con más de 200 kilogramos de explosivos (entre ellos amonal, líquidos incendiarios y escamas de jabón) y lo situaron –sobre las 15:30 horas- frente al concurrido Hipercor de la avenida Meriadiana. A continuación, realizaron varias llamadas para avisar de la explosión a las autoridades locales, al diario «Avui» y a la dirección del supermercado. Sin embargo, al no hallarse el artefacto, se decidió no evacuar el lugar.

A las 16:10, en cambio, el coche bomba hizo explosión acabando, en principio, con la vida de quince personas (posteriormente la cifra ascendería a 21) e hiriendo a otras 45. Como explicó ABC el día 20, la explosión «hizo volar las puertas del centro como si fueran de paja e hizo añicos los cristales de las viviendas colindantes». Sin embargo, el problema no fue únicamente la detonación, sino el humo que produjo, el cual «se apoderó de todo» y no distinguió entre hombres, mujeres y niños.