Esto es lo peor que puedes hacer y comer si tienes gases a menudo

Los gases se producen a consecuencia de la degradación y descomposición de los alimentos se degradan en el sistema digestivo y lo síntomas son diferentes para cada persona y pueden manifestarse como:

1. Sensación de hinchazón o plenitud y distensión abdominal. La acumulación de gas puede producir una sensación de estar muy lleno y con hinchazón visible.

2. Dolor abdominal. Los gases pueden producir dolor o molestia, sobre todo después de comer.

3. Eructos. El gas puede salir a través de la boca en forma de eructo.

4. Flatulencias. Un exceso de gas en el tubo digestivo provoca la expulsión de gas, es decir, la flatulencia.

5. Ruidos intestinales. Los gases pueden provocar sonidos en el abdomen, por el movimiento.

Evidentemente nuestro estilo de vida y por supuesto los alimentos que ingerimos, tienen mucho que ver, así que vamos a repasar aquellas cuestiones que pueden hacer que esta sintomatología se reduzca.

Bebidas gaseosas

Las bebidas con gas evidentemente empeoran la situación, ya que introducen gas directamente en el tubo digestivo. Por tanto, es recomendable disminuirlas y mejor aún evitarlas.

Las infusiones son una buena alternativa ante estas bebidas o incluso el agua de sabores que puedes realizar con distintos tipos de fruta.

Ropa estrecha

La ropa ajustada puede comprimir el abdomen y dificultar así la circulación libre de los gases por el tubo digestivo. Este hecho produce una acumulación de gases y favorece la sensación de hinchazón. Es mejor optar por ropa holgada para evitar el malestar y el exceso de gases.

Chicles

Masticar chicle puede producir un aumento en la producción de gases, ya que se traga más aire de lo normal. Además, la mayor parte de los chicles contienen edulcorantes (polioles) que favorecen a la formación de gases y de hinchazón. Por tanto, sería conveniente evitar los chicles si te encuentras en esta situación.

Estilolo de vida sedentaria

Un estilo de vida sedentario aumenta el riesgo de padecer estreñimiento, lo que aumenta la acumulación de gases. Además, cuando no se lleva una vida activa, el movimiento intestinal resulta más lento, lo que favorece a un aumento de la cantidad de gas.

La actividad física regular beneficia la disminución de gases y a una buena salud digestiva, así que intenta moverte cada día a través de la actividad que más te guste, como caminar, ir en bicicleta, hacer yoga, pilates, o lo que tu prefieras, el movimiento te ayudará a evitar la acumulación de gases.

Alimentos fritos y grasos

Los alimentos grasos producen un retraso en la eliminación de gases, ya que ralentizan la digestión.

La reducción de los alimentos grasos y fritos produce una disminución de los gases intestinales y de la sensación de hinchazón.

En estos casos prioriza las técnicas culinarias sencillas como el vapor, el hervido, la plancha o el horno y encima evitarás introducir más grasas a tu alimentación.

Fumar

El hábito tabáquico aumenta la ingestión de aire y, por tanto, de gas.

Así que dejar de fumar es una excelente decisión para la salud general y para la disminución de gases.

Comer o beber demasiado rápido

Comer rápido favorece la producción y acumulación de gases. Por tanto, intenta comer más despacio, y si te cuesta puedes dejar el tenedor entre bocado y bocado, para así tomarte el momento de la comida con más calma.

Alimentos ricos en fibra

Los alimentos ricos en fibra son indispensables para una alimentación saludable y equilibrada. No obstante, en una persona que sufre de exceso de gases puede hacer que esta situación empeore. Por tanto, si te encuentras en un momento en el que estés con bastantes molestias puedes reducirlos.

Los principales alimentos que suelen producir un aumento de gases son la cebolla, el ajo, el brócoli, la coliflor, la alcachofa, los espárragos, la manzana, la pera, la ciruela y las legumbres, entre otros.

Es importante que sepas qué alimentos te sientan mejor y cuáles peor, para así reducir su consumo en los momentos que te sientas con más síntomas. Aunque la mejor opción es siempre que acudas a un nutricionista para que te ayuda a planificar una alimentación que favorezca la disminución de los gases y sobretodo para averiguar cual es el motivo de la aparición de estos gases, ya que no solo puede ser por unos malos hábitos, sino que puede haber afectado a la salud de la microbiota y se requieran dietas y tratamientos más específicos que equilibren de nuevo las poblaciones de microorganismos encargados de gestionar y absorber los nutrientes que contienen los alimentos.

Esta población de bacterias son de diferentes tipos en función de nuestros hábitos alimentarios. Cuanto más saludable, equilibrado y variado comamos, nos proporcionarán mayores beneficios. Si nuestro estilo dietético se basa en un alto consumo de productos procesados, azucarados y alimentos insanos, tendremos una peor salud digestiva y una microbiota desfavorable.

Por tanto, es importante cuidar a nuestra microbiota, nutriéndola con alimentos de calidad y saludables, porque así también reduciremos el malestar abdominal y la acumulación de gases.

Como conclusión, volver a destacar que si los gases son un problema recurrente en tu vida y te impide tener una vida normal, acude a un especialista para tratar el problema, sin dejarlo pasar en el tiempo porque puede estar indicando que algo no funciona bien en tu tracto digestivo.