«Prácticamente todo lo que hacemos tiene un impacto en la microbiota»

Si quieres estar al día de los últimos descubrimientos sobre estos microorganismos y saber más de la conexión entre los habitantes de tu intestino y órganos como el cerebro, la piel o la boca, has de leer estas páginas.

Además de seguir la evolución de distintos casos clínicos, expuestos con sencillez, encontrarás listados de trastornos y las cepas de probióticos que han demostrado ser útiles para combatirlos.

Todo un libro dedicado a los probióticos... ¿La desinformación sobre ellos es lo que le ha llevado a escribirlo?

Ese ha sido uno de los motivos, sin duda. Pero también mi pasión por la microbiota y su modulación. Dedico mi día a día a bucear en artículos sobre microbiota y probióticos para asesorar a profesionales de la salud en este ámbito. Esta es otra forma de ayudar a conocer las utilidades de estas herramientas, no solo a los sanitarios, sino también a los pacientes.

Para aquellos que hayan oído hablar de los probióticos y sigan sin saber qué son, ¿cómo los definiría?

Son microorganismos vivos que, cuando se consumen en las cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud. Normalmente se trata de bacterias, como lactobacilos y bifidobacterias, y también algún hongo. Debemos conocer exactamente de qué microorganismo se trata y en qué cantidad se encuentra y qué hace, para poder hablar de probióticos. Un error muy común es confundir los probióticos con los alimentos fermentados, que también pueden contener microorganismos vivos, pero no cumplen con estos criterios.

Si somos un individuo sano y con una alimentación saludable, ¿cómo recomienda la toma de probióticos?

En nuestra sociedad no es sencillo encontrar una persona con una microbiota perfectamente equilibrada, pues son muchos los factores que impactan de forma negativa sobre ella. La alimentación, pero también el sedentarismo, la contaminación, muchos fármacos, el estrés, alteración de los ritmos circadianos o la falta de contacto con la naturaleza, son algunos de ellos. Sin embargo, si una persona tiene su microbiota equilibrada, está saludable y cuida todos estos aspectos, quizá no necesite tomar probióticos.

Probióticos y microbiota parecen ir de la mano, ¿no?

Pues sí, porque a día de hoy los probióticos son la herramienta más sofisticada con la que contamos para modular la composición de la microbiota. Y se estima que más del 90% de las patologías crónicas se asocian con una alteración de la microbiota, que conocemos como disbiosis. Así que los probióticos pueden ser de gran ayuda en el tratamiento de muchos trastornos de salud.

Pese a que de la microbiota se habla un poco más en los últimos meses, todavía es un gran desconocido para muchos. ¿Cree que nos ahorraríamos más de un problema si supiéramos qué es y cómo cuidarla?

Por supuesto, si fuéramos conscientes de lo importante que es para la salud una microbiota equilibrada, seguro que le prestaríamos más atención. Prácticamente todo lo que hacemos tiene un impacto en la microbiota. Aspectos como la alimentación pueden ser claves, en función de lo que comamos así será nuestra microbiota. Pero también el descanso y otros hábitos de vida son importantes a la hora de cuidar de nuestra microbiota y nuestra salud.

¿Hay estudios que demuestran que la microbiota y nuestro cerebro están estrechamente relacionados?

Existe una relación entre nuestra microbiota intestinal y el cerebro, por eso podemos mejorar la salud mental y cerebral, entre otras intervenciones, modulando la microbiota. Como ya comenté, no solo una mala alimentación puede dañar la microbiota, también el abuso en el consumo de fármacos o alguna infección puede alterar la composición de nuestra microbiota y afectar a este eje intestino-cerebro.

Hay una teoría sobre que cuidar la microbiota ayuda a adelgazar... ¿cuánta verdad hay en esto?

Nuestra microbiota lleva a cabo multitud de funciones en nuestro organismo: fabrica vitaminas y otras sustancias bioactivas, nos ayuda a digerir alimentos como alguna fibra, nos defiende de ciertos patógenos, modula la respuesta del sistema inmune… Y también tiene un papel importante en el metabolismo. Hay estudios con alguna cepa concreta, como Bifidobacterium breve B3, que han demostrado su capacidad antiobesogénica, ayudando en la bajada de peso y mejorando otros parámetros metabólicos.

¿Podría decirse que el intestino es nuestro segundo cerebro?

Así se denomina muchas veces. Por un lado, en el intestino tenemos millones de neuronas y, por otro, nuestra microbiota intestinal produce o modula la producción de neurotransmisores y otras moléculas con las que se puede influir en funcionamiento el cerebro.

Olalla Otero es doctora en Biología por la Universidad de Vigo y tiene dos másteres: uno en Innovación en Seguridad y Tecnología Alimentarias y otro en Metodología y Aplicaciones en Ciencias de la Vida. Ha publicado y colaborado en diversos artículos científicos y ha concedido múltiples entrevistas difundiendo la importancia de tener una microbiota equilibrada y el efecto de los probióticos en la salud.

Después de trabajar en el ámbito de la seguridad alimentaria, actualmente es miembro del equipo científico de Nutribiótica, donde se actualiza cada día en las últimas investigaciones sobre probióticos, convirtiéndose en una experta en este campo. Ahora publica 'El revolucionario mundo de los probióticos', su primer libro.