Lo que pasa si siempre te bebes el caldo de las conservas

Estos botes nos interesan, por supuesto, por el contenido, que nunca va al vacío sino acompañado de caldo de conservas , que se denomina líquido de gobierno , y es básicamente el líquido donde se ha cocido el alimento, pero mientras que en una buena conserva no debería de haber más que agua, sal y algún antioxidante, es fundamental leer el etiquetado porque algunas contienen otros nutrientes muy poco saludables.

Beatriz Cerdán ( @lavidacomonutricionista ), dietista-nutricionista, explica que este líquido en sí no debería considerarse malo pero que, en líneas generales, es mejor escurrirlo: «Algunas latas llegan a tener incluso algunos nutrientes hidrosolubles debido al cocinado y muchas veces sirven para hacer preparaciones culinarias con estos, pero aconsejo deshacernos de él para disminuir el contenido de sal». Eso sí, no pienses que por pasar estos alimentos bajo el chorro de agua una vez nos hemos deshecho del líquido de gobierno, va a hacer que se pierdan vitaminas y minerales... Según la experta, los conseguiremos por otras vías de alimentación de manera mucho más significativa.

La experta Cerdán también quiere destacar la importancia de elegir enlatados en aceite de oliva y no aceite de girasol ya que este último es más inflamatorio, y no debemos preocuparnos por los conservantes, aditivos o antioxidantes ya que cumplen las garantías de calidad y seguridad alimentaria.

En cambio, lo que sí debería de preocuparnos son los ingredientes que lleva dicha conserva o enlatado evitando, tal como apunta la dietista-nutricionista Ariadna Parés ( @ariadna.nutricion ), aceites refinados de baja calidad (girasol, colza, etc.), aditivos que puedan ser controvertidos o mucha sal, entre otros. «Por lo general recomendaría escurrir siempre, pero si por lo que sea se quisiera consumir hay que mirar bien los ingredientes», concluye. Además, cabe destacar que los jarabes, almíbar o potenciadores de sabor que tienen algunos enlatados hacen un flaco favor a nuestra salud.

Así lo reconoce también la dietista-nutricionista Fátima Japón ( @fatimajapon_nutricion ), que tampoco aconseja tomar este «caldo» porque suele ser el jugo del alimento y es donde se reúnen la mayor cantidad de calorías: «Beberlo o incluso mojar pan es lo que hace la mayoría de la población pero no es aconsejable tomarlo porque nos están aportando calorías vacías y azúcares libres». Esto es lo que ocurre, sin ir más lejos, con la fruta en conserva o el jugo de la misma: es mejor la pieza de fruta entera que tomar el jugo.

La Doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y Dietética Boticaria García, por su parte, diferencia entre los «caldillos» que podríamos consumir de los que no:

Se pueden consumir : Los de las legumbres o verduras en conserva porque suelen cocerse en el mismo bote y al tirarlos perdemos vitaminas y minerales.

No deberían consumirse : Los de encurtidos o conservas de pescado que tienen mucha sal (más del 1,25% de sal) y por supuesto los almíbares porque la fruta en almíbar no es fruta: son golosinas.