Nutrición

Nabo

Es rico en vitamina C, con 23mg por cada 100 gramos

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S.B

08/04/2021 a las 10:16h.

El nabo es una hortaliza humilde pero nutritiva y llena de posibilidades de la que se aprovecha todo, desde la raíz hasta sus hojas. De la familia de las crucíferas, es por tanto pariente de las coles, los berros, la coliflor o el brócoli. En ... Europa, hasta el descubrimiento de la patata, después de 1492, el nabo era base de la alimentación y se trataba de un alimento muy preciado. Propio de regiones frías, perdió protagonismo con la llegada de la patata pero sigue siendo muy apreciado y su cultivo se ha extendido por todo el mundo, aunque en muchos casos es para alimentar al ganado. Entre sus principales productores está Alemania y parece que en los últimos años está volviendo a cobrar protagonismo en las mesa familiares por su composición y propiedades.

Energía 77 (19) kJ (kcal)
Grasa 0.2 g
Proteína 0.9 g
Agua 89.8 g
Fibra 2 g
Carbohidratos 3.2 g
Calcio 39 mg
Potasio 238 mg
Sodio 57 mg

De hecho, el nabo supera a la patata en cantidad y calidad de vitaminas y minerales. Los griegos y los romanos mejoraron las variedades silvestres y extendieron su cultivo por Europa. Tiene un valor calórico muy bajo, con menos de 25 calorías por cada 100 gramos y el 90% de su peso es agua. Con bajo contenido en hidratos de carbono, sí resulta una buena fuente de fibra, casi el 3% de su peso. Aunque hay que distinguir entre la raíz y las hojas, en general, cuando nos referimos al nabo en gastronomía, se refiere, precisamente a la raíz, de forma cilíndrica y con un peso medio de unos 250 gramos tiene color blanco y está cubierto de una finísima piel también de color blanco ligeramente amarillenta.

El nabo es rico en vitamina C, con 23mg por cada 100 gramos, aunque sus hojas tienen todavía más contenido. Además es una excelente fuente de vitamina B9 ácido fólico que interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, así como de anticuerpos. De hecho, el contenido de esta vitamina en superior en la raíz que en las hojas.

Según la medicina tradicional china, el nabo es un alimento de naturaleza térmica neutra que mejora la circulación de la energía del cuerpo y sus compuestos azufrados ayudan a desintoxicar el organismo.
Más allá de eso, la vitamina C tiene poder antioxidante y esos mismos compuestos de azufre bloquean los efectos perjudiciales de los radicales libres.
Favorece la protección del sistema cardiovascular.
Regula la función intestinal gracias a su contenido en fibra, tanto soluble como insoluble, y la gran cantidad de agua.
Ayuda a disminuir el nivel de colesterol en sangre.
Mejora la salud del intestino y tiene efectos probióticos que favorece la flora intestinal.

Su consumo habitual no tiene ninguna contraindicación, sin embargo, en personas con problemas de tiroides, puede interferir en la absorción del yodo, especialmente si se consumen crudos.
También puede acarrear algún problema a quienes tienen tendencia a la formación de cálculos renales ya que los nabos tienen ácido oxálico que puede formar piedras.