Espelta

En los últimos años la espelta se ha puesto de moda al considerarse un cereal no manipulado genéticamente y apto para los intolerantes al gluten. Sin embargo, al tratarse de trigo tiene gluten y provocará los mismos problemas a los celíacos . Sin embargo, aquellas personas que tienen algún tipo de alergia, que no intolerancia, al trigo pueden encontrar en la espelta un buen aliado ya que su gluten tiene una composición molecular diferente que lo hace más frágil y soluble, facilitando la labor de las enzimas y de los ácidos durante la digestión.

Además, el trigo moderno se modificó para eliminar su cáscara exterior. Su ausencia le hizo desarrollar inhibidores de la enzima para luchar contra las plagas que también son inhibidores de las enzimas digestivas. En el caso de la espelta ha mantenido su cáscara dura. Esto sumado al mayor contenido en fibra favorece la digestión del demonizado gluten.

Nutricionalmente, la espelta tiene más proteínas que el trigo común, siendo del 15% y del 10% respectivamente aunque lo más importante es que sean proteínas completas, es decir que contienen los ocho aminoácidos esenciales que el cuerpo humano es incapaz de producir por sí mismo y que solo se obtienen mediante su ingesta. Así pues, se trata de proteínas de alta calidad biológica . A esto se suma que la espelta es rica en minerales (magnesio, fósforo, hierro y zinc) y en vitaminas A, B y E .

Desde luego, no es un alimento mágico que soluciones enfermedades ni un medicamento pero sí un cereal saludable, nutritivo que puede mejorar las digestiones de algunas personas.