Una nutricionista explica por qué no debes comprar nunca el pan de los supermercados: «Es una bomba»

A pesar de todos los beneficios que aporta el pan, hay que tener cuidado porque no todos son buenos, especialmente los que se venden en los supermercados. De esto mismo advierte la nutricionista Isabel Raya. La experta dice que muchas persona le preguntan por qué este producto es tan problemático, si nuestro abuelos lo comían todos los días. Su respuesta es muy clara: «El de hoy poco tiene que ver con el de antaño».

A través de su Instagram, Raya explica por qué no recomienda el pan que se comercializa en las grandes superficies e indica qué es lo que ha cambiado con respecto a hace unos años.

Isabel Raya asegura que el pan tradicional era de una mayor calidad que el actual. «Se hacía con fermentaciones largas, permitiendo que las bacterias descompusieran el gluten y los carbohidratos. Era más fácil de digerir, más nutritivo y con un índice glucémico más bajo», aclara.

La nutricionista comenta que el trigo también era diferente. «Tenía menos gluten y una composición natural distinta al que se cultiva hoy, que está expuesto a más pesticidas y alterado en sus características para aumentar la producción», señala.

La experta afirma que el pan de supermercado, en su inmensa mayoría, «se fabrica con harinas refinadas, fermentaciones ultrarrápidas y, en muchas ocasiones, con aditivos totalmente innecesarios». «Todo esto lo convierte en una bomba de azúcar, proinflamatoria y difícil de digerir», lamenta.

Para ella, un buen pan es como un «artículo de lujo». «Del mismo modo que eliges con cuidado dónde compras un buen jamón ibérico, un buen pan merece ser adquirido en un sitio que respete los ingredientes y técnicas tradicionales. De lo contrario, seguirá siendo un ultraprocesado», advierte.

Isabel Raya ha revelado las claves para saber si un pan es bueno. En primer lugar, la nutricionista indica que hay que priorizar los «cereales antiguos, como espelta o kamut, que aportan carbohidratos y proteínas de mayor calidad». «También puedes optar por pseudocereales como el trigo sarraceno, naturalmente sin gluten y rico en proteínas», declara.

En segundo lugar, la experta considera que un buen pan tiene que ser de masa madre. «Se trata de una mezcla de levaduras y bacterias naturales que fermentan lentamente, mejorando la digestión y el perfil nutricional», explica. Asimismo, avisa: «Ten cuidado con los panes de supermercado etiquetados como 'masa madre', ya que suelen contener un porcentaje mínimo que no aporta los mismos beneficios».

Por último, Raya señala que la fermentación debe ser «lenta». «Dejar reposar el pan por muchas horas permite que la masa madre descomponga mejor los carbohidratos y el gluten, reduciendo la inflamación y facilitando la absorción de nutrientes», concluye.