Pez espada

Es muy común confundir el pez espada con el emperador (Lavurus imperialis) ya que en muchos lugares lo comercializan como si fueran el mismo pescado, pero no es así. Sí que es verdad que el pez espada y el emperador tienen una composición nutricional bastante parecida.

Este pez es típico de aguas templadas y tropicales. Se puede encontrar en el Atlántico, Mediterráneo, Adriático y Mar Negro. Es un pez voluminoso de alta mar inconfundible por su espada y tamaño y es migratorio y viajero y se acerca a las costas en verano en busca de cardúmenes (concentraciones grandes de peces que se trasladan juntos).

Se trata de un gran cazador, agresivo y voraz que puede llegar a ser peligroso. Se alimenta de otros peces, pero siente predilección por los cefalópodos, calamares y potas, especialmente. A pesar de su gran tamaño el pez espada suele ser uno de los más elegantes del océano, además de muy veloz porque puede llegar a alcanzar los 100 km/h. Se suele pescar en alta mar y es más habitual encontrarlo a la venta durante los meses de invierno.

El pez espada es un pescado azul del que se aprovecha casi todo 94 gramos por cada 100 gramos de producto fresco.

Este tipo de pescado es una fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3. En cuanto a los minerales el consumo de pez espada aporta al organismo selenio, fósforo, magnesio y potasio. Además, contiene vitaminas B6, vitamina B12 (una ingesta de porción de pescado de 100 gramos supone el triple de los recomendado al día), niacina, vitamina A y D.

Hablamos de un pescado semigraso (4,3 gramos de lípidos totales por 100 gramos de porción comestible de alimento) de alta calidad y con un valor culinario muy alto. Su carne de color blanco y su buena conservación son factores que acreditan esto. Es un pescado 'limpio' ideal para las personas que no son muy amantes del pescado, porque una vez cocinado se parece más a una carne de ternera o de pollo. Otro plus para los poco aficionados al pescado es que su sabor a este es muy sutil.