Ejercicios isométricos

Uno de los motivos por los que los isométricos ganan cada día más adeptos es que requieren de poco espacio para poder realizarlos y tampoco necesitan de instrumentos o grandes máquinas para su ejecución. Basta con una esterilla , un lugar donde colocarla y el propio cuerpo para realizar una sesión, sesiones durante las que se repite una misma postura durante varios segundos en dos o tres ocasiones con breves descansos entre ellas. A la facilidad de ejecución se suma que con dos o tres sesiones de entrenamiento isométrico a la semana se observan buenos resultados.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los ejercicios isométricos se hacen en una posición concreta por lo que mejoran la fuerza muscular en una posición también concreta. De ahí la necesidad del asesoramiento profesional ya que hay que hacer varios ejercicios isométricos para trabajar toda la amplitud de movimiento.

Aunque no sirven para mejorar la velocidad, sí mejoran la estabilidad por lo que mejora la ejecución de los movimientos en cualquier desempeño deportivo y, por supuesto, en la vida cotidiana en general.

Los isométricos resultan ideales en la recuperación de lesiones ya que no implican rotación de las articulaciones ni movimiento alguno. Por ese motivo también son perfectos para personas con dolencias como la artritis. Sin embargo, no está recomendado para personas hipertensas en cuyo caso deben consultar al médico y dejarse asesorar siempre por profesionales de la salud.

- Plancha sobre brazos o sobre antebrazos

- Plancha lateral

- Puente de glúteo

- Flexiones isométricas

- Sentadilla isométrica contra la pared

- Sentadilla estática en el aire

- Elevación de hombros

- Elevación de talones

- Zancada isométrica