España se estanca en la lucha contra la corrupción: «Hay que garantizar la independencia judicial»

Aunque «no es motivo de satisfacción» por el bajo desempeño en esta materia, España está a 30 puntos de los países más avanzados en esta materia, no supera la barrera de los 65 puntos que tocó en 2012. «Los líderes deben comprometerse de manera plena con fortalecer y garantizar la independencia de las instituciones que aplican la ley y enfrentan la corrupción», asegura François Valérian, presidente de Transparencia Internacional.

Esta petición llega al mismo tiempo que la renovación del Consejo General del Poder Judicial de España se traslada a Bruselas donde la Comisión Europea ha citado a PSOE y PP para acordar una fórmula para que se reemplacen los cargos del órgano de gobierno de los jueces. «Los líderes deben comprometerse de manera plena con fortalecer y garantizar la independencia de las instituciones que aplican la ley y enfrentan la corrupción», destaca Valérian. «El mayor peligro al que estamos expuestos es la constante de que las disputas y decisiones políticas son cuestionadas en los tribunales y la dificultad para alcanzar consensos genera la sensación de que la policía es incapaz de resolver los problemas de la ciudadanía en los Parlamentos», denuncia Silvina Bacigalupo, presidenta de Transparencia Internacional España.

Junto con la lucha contra la corrupción, la transparencia en 2023 también muestra síntomas de debilidad a escala mundial. De los casi 200 países analizados por Transparencia Internacionales, dos de cada tres suspenden y 23 han alcanzado sus niveles mínimos históricos. «La mayoría de los países han logrado mínimos o nulos avances para combatir la corrupción en el sector público», advierte la organización.

España baja un puesto en el ranking y pasa de ocupar el puesto 36 al 37 de 180. Esta bajada se repite consecutivamente desde 2019, cuando estaba entre los 30 países con menor índice. Países como Israel, Lituania o Portugal adelantan a España en transparencia, a pesar de haber empeorado todos ellos su puntuación en el índice.

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A la cabeza, Dinamarca lidera por sexto año consecutivo con 90 puntos de 100, y Finlandia y Nueva Zelanda le siguen con 87 y 85 puntos, respectivamente. A la cola, las crisis prolongadas y los conflictos armados llevan a Somalia, Venezuela, Siria, Sudán del Sur y Yemen a no superar los 16 puntos y convertirse, por orden, en los países más corruptos.

Los países de Europa Occidental y de la Unión Europea anotan de media 65 puntos. Aunque sigue siendo la región con mejor calificación, la media desciende por primera vez en los últimos años. Ninguna otra región aprueba en transparencia, aunque algunos de sus países sí anotan más de 50 puntos individualmente.