Carine Roitfeld desvela su futuro

Desvelada la noticia, Roitfeld saca pecho y presume de su nueva «libertad», haciendo caso omiso al aluvión de rumores que sugerían que su marcha de Vogue no fue tan amistosa como se dijo. «Es muy emocionante. Es un nuevo proyecto para mí. Es bueno tener una nueva vida, proque ahora puedo desarrollar proyectos con los que antes no podía ni soñar» , ha dicho Roitfeld a WWD. «Para mí, Barneys siempre ha sido el nombre más importante en grandes almacenes de lujo, así que tener la oportunidad de participar en este proyecto con ellos, y que se exponga durante la próxima semana de la moda de Nueva York, es mi sueño hecho realidad. Para una chica francesa, esto es un gran, gran sueño», añade.

Un mensaje breve pero cargado de intencionalidad, dirigida a aquellos que criticaron duramente su gestión de los últimos tiempos al frente de la cabecera francesa, acusándola de ser un escaparate para sus firmas amigas, y no imparcial en sus apuestas. A todos ellos también les avanza que, aunque no tiene planes de regresar al periodismo, sabe que algún día contará «historias para alguna revista».

Este será su primer contrato tras su salida de Vogue y los elogios preceden a su trabajo. Freedman ha asegurado que la francesa también será musa e inspiración tras la campaña: «Tiene un estilo personal único y extraordinario. Atrae a todas las edades. Es independiente y fuerte, y al mismo tiempo absolutamente femenina. Es una mujer de mundo, algo que también pensamos que son nuestras clientas».

La mudanza a Nueva York tiene también un aliciente personal para Roitfeld. Allí vive su hija Julia Restoin Roitfeld , de 30 años, que trabaja como creativa de arte y modelo, y también su hijo Vladimir Restoin Roitfeld , marchante de arte afincado en Manhattan.

Y es que las apuestas por el futuro de Roitfeld, tras diez años de editora de Vogue París, han estado en el aire desde que abandonó su despacho y su mano derecha, Emmanuelle Alt , tomó las riendas de la publicación. Ella no ha permanecido ajena al cotilleo: «Cada día cambia. Un día me voy a Dior con Riccardo Tisci, al siguiente me voy a Saint Laurent con Hedi Slimane. No creo que sea nada bueno para el diseñador de Saint Laurent, son sólo rumores. Lo que sé es que ahora tengo mi libertad, y la protegeré siempre».