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África

Seychelles y Reino Unido restringen el turismo a Madagascar por el brote de peste

Por el momento, ningún español se encuentra entre los más de 1.200 enfermos

Una mujer de 22 años, en un centro sanitario en Toamasina, una de las ciudades más grandes de Madagascar AFP

Alba Amorós/L. Daniele

La crisis sanitaria que azota Madagascar tras el brote de peste nuemónica más mortífero de los últimos años puede tener importantes consecuencias económicas en el transporte, la restauración pero sobre todo en el turismo y el ocio. Desde el pasado mes de agosto, 124 personas han fallecido a causa de esta enfermedad infecciosa en todas sus variantes (bubónica, neumónica y septicémica). Hasta el momento, las autoridades del país han informado de más de 1.200 casos, el 67% de ellos se trata de personas infectadas por la peste pulmonar o neumónica, la variante más virulenta y mortífera si no se trata a tiempo con antibióticos.

Todavía es pronto para evaluar las consecuencias que este brote traerá a la maltrecha economía malgache que todavía intenta recuperarse de la crisis política que trajo consigo el golpe de Estado de 2009. Madagascar tiene un Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de alrededor de 400 dólares (unos 340 euros). El principal temor es que la enfermedad se propague a través del comercio marítimo y las rutas aéreas. Por eso el turismo, que comenzaba a despegar los últimos años con un crecimiento anual del 20 por ciento, puede terminar siendo uno de los sectores más afectados. En 2016, unos 300.000 turistas visitaron esta isla africana de naturaleza exhuberante.

Suspensión de vuelos

Hasta el momento solo las islas Seychelles han suspendido los vuelos desde y hacia este destino. Desde el pasado 8 de octubre y, hasta nuevo aviso, no hay vuelos directos entre los dos países. Las Seychelles, un idílico destino de lujo que depende en gran medida del turismo, intenta desesperadamente evitar que la enfermedad llegue a sus costas. A principios de mes, hubo un supuesto caso de peste en las islas paradisíacas, sin embargo resultó ser una falsa alarma. Madagascar sigue recibiendo diariamente pasajeros por mar y por aire desde y hacia Reunión y Mauricio.

Se ha extendido la creencia de que la peste se ha originado para robar órganos

El gobierno británico, por su parte, ha extremando las precauciones. Aquellos turistas ingleses que se encontraban en la isla de vacaciones se enfrentan a una cuarentena a su regreso y para los que tengan previsto viajar en las próximas semanas se recomienda tener una buena cobertura médica y fondos de emergencia paracubrir los gastos en caso de contraer la enfermedad.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de España recomienda por ahora extremar las precauciones si se viaja a la isla y evitar en todo momento el contacto con personas sospechosas de tener peste pulmonar. Según informó este lunes el ministerio, hasta el momento no se ha registrado ningún enfermo de origen español. De acuerdo a la información facilitada por la jurisdicción consular de Ciudad del Cabo, 73 españoles residían en esta isla africana a comienzos de este año.

«La gente quiere volver a la normalidad»

El bajo nivel de educación y la falta de información dispara los rumores acerca de esta enfermedad altamente contagiosa. Para ayudar a entender qué es la peste negra, numerosas ONG’s están recorriendo los principales focos de infección y grandes ciudades para informar a los afectados y a sus familiares sobre los mecanismos de contagio y el tratamiento de esta enfermedad. Es el caso del equipo de ayuda de la Cruz Roja y de Médicos sin Fronteras de Madagascar. «Contamos con un equipo de orientación y asesoramiento que recorre la isla para desmontar los rumores que hay alrededor de esta enfermedad», comenta a ABC Tim Jagatic, portavoz de Médicos sin Fronteras en Madagascar. Según comenta, una de las creencias generalizadas es que «este brote está creado por el hombre para robar órganos».

Pese al estado de alarma, el portavoz de Médicos sin Fronteras destaca la relativa normalidad que se vive en la isla. «Las calles están llenas y los mercados también, la gente hace vida normal. Sin embargo, si te paras a hablar con ellos muestran su preocupación , tienen muchas preguntas como, por ejemplo, como pueden prevenir el contagio», comenta Jagatic a este diario. «La gente solo quiere volver a la normalidad lo antes posible», termina.

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