La bajada del petróleo no contagia a los fertilizantes

La urea es un fertilizante nitrogenado de uso común en prácticamente todas las producciones agrarias, cuyo coste depende del precio del petróleo. Sin embargo, mientras que el barril de crudo ha bajado su cotización en un 50% en los últimos seis meses, el coste de la urea se mantiene elevado, incluso con incrementos de precio en los meses de julio, agosto y septiembre pasados.

Ante la sospecha de que la firmeza en el precio de la urea se deba a «prácticas especulativas y monopolísticas», la organización agraria está estudiando «la posibilidad de presentar una denuncia ante la Comisión Nacional de Mercados de la Competencia (CNMC)» y aconseja a los agricultores y a las cooperativas «retrasar, en la medida de lo posible, la compra de urea, pues la tendencia es que este insumo deba bajar su precio, en justa correspondencia con el precio del crudo que, según los analistas, se mantiene aún a la baja y no ha tocado suelo, por lo que recomendamos comprar estrictamente la cantidad de urea que se vaya necesitando en cada momento».

Asaja Sevilla alerta de que «si los insumos, y especialmente la urea, no vuelven a unos costes razonables, la mayoría de los agricultores no podrán abonar sus cultivos, puesto que el coste no se verá compensado por los ingresos obtenidos por la venta de sus productos», por lo que ha puesto en conocimiento de la Administración esta «grave situación».

En otro orden de cosas Asaja Sevilla manifiesta que «pese a la lentitud con que se está produciendo la caída, el precio del gasóleo agrícola se ha reducido y, en paralelo, el Ministerio de Industria anuncia una bajada de la próxima factura eléctrica». Son datos «positivos y esperanzadores» que contrastan con que «el precio de la urea del mes de noviembre fuese más alto que el que tenía en julio, lo que resulta completamente incomprensible», denuncia la patronal agraria.