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El hombre con parálisis parcial que construyó una carretera a través de una colina

El gobierno local se negó a ayudarle y pasó tres años erigiendo el camino con sus propias manos

BITACORAS.COM

«Querer es poder» y «nada es imposible» son dos de las máximas más recurridas cuando una persona se plantea objetivos complicados. No se puede negar que tienen su parte engañosa si las analizamos desde la literalidad: sí existe lo imposible, sí hay cosas que no podemos conseguir por mucho que nos lo propongamos. Pero si interpretamos que el mensaje es en realidad una invitación a no tirar la toalla antes de explorar todas nuestras posibilidades, su contenido puede ser valioso. El perfecto ejemplo de ello tiene nombre y apellido: Melethuveettil Sasi.

El blog Oddity Central nos presenta la admirable historia de este hombre de 63 años residente en Kerala, India. De origen humilde, Sasi trabajó desde los 15 años trepando árboles para recolectar frutas. "Se me daba bien, pero sin saber cómo, un día resbalé y caí", explica. Sucedió hace cosa de 18 años. El golpe fue brutal. Se rompió las manos y las piernas y una mitad de su cuerpo quedó paralizada. Pasó varios años en rehabilitación antes de poder siquiera incorporarse, de modo que sus hijos tuvieron que abandonar sus estudios para trabajar y sostener a la familia.

Sasi comenzó a buscar empleo en cuanto fue capaz de moverse de manera autónoma. Le ofrecieron vender lotería en una ciudad cercana a su casa, pero para llegar a ella necesitaba un vehículo, una motocicleta adaptada. Se dirigió al gobierno local solicitando ayuda para adquirirla, pero la respuesta fue devastadora. Se negaban a darle financiación argumentando que la colina que había frente al hogar de Sasi le impediría utilizar el vehículo. Pidió entonces que abriesen un camino, pero todas las autoridades le dieron la espalda . Nadie estaba dispuesto a asistirle.

Corría el año 2013 cuando Sasi entendió que estaba solo. Podía haberse rendido, pero no lo hizo . Compró unas cuantas herramientas básicas e inició los trabajos para construir la carretera. «Empezaba a trabajar a las 5 de la mañana, paraba cuando hacía demasiado calor y regresaba al atardecer, hasta que el sol se ponía», comenta el hombre, «al principio me hacía daño muchas veces. No podía mantener el equilibrio y me caía. Poco a poco aprendí a manejar mi cuerpo». Durante los primeros meses, algunos vecinos le decían que estaba loco, que jamás lo conseguiría.

Los meses fueron pasando y pronto las burlas se convirtieron en palabras de ánimo. El camino iba tomando forma y todos se dieron cuenta de que Sasi no pararía hasta lograrlo. A pocos metros de la meta, un poste eléctrico se cruzó en su camino. El hombre temía que las autoridades le ignorasen de nuevo y se negasen a mover el poste, pero justo entonces su historia se hizo viral. La presión popular obligó al gobierno a eliminar el obstáculo. Y lo que es mejor: ni siquiera necesitó su ayuda para comprar la motocicleta . Miles de internautas realizaron aportaciones voluntarias para regalársela. Le han hecho falta muchas más cosas que el simple 'querer', pero Sasi ha demostrado que la línea que separa lo difícil de lo imposible puede ser sumamente estrecha.

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