2.400 millones de personas se mudarán a la ciudad en los próximos 30 años

El documento recomienda, entre otras acciones, monitorear el flujo de recursos naturales que entran y salen de una ciudad con el fin de administrarlos apropiadamente. En opinión de los autores, el nuevo modelo para la gobernanza de las ciudades debería respaldar las «propuestas de negocios innovadoras y la experimentación».

Asimismo, entre las recomendaciones que incluye el citado análisis se encuentran, por ejemplo, planeamientos urbanísticos centrados en un crecimiento «compacto» , para economizar en el asfalto, hormigón, electricidad y agua consumida en la expansión urbana. Mejorar las conexiones dentro de la ciudad y entre ciudades a través de un transporte público eficiente y asequible también es un objetivo deseable. Y fomentar, al mismo tiempo, el desplazamiento de las personas a pie o en bicicleta diseñando barrios más «abarcables».

En definitiva, apostar por infraestructuras que aprovechen las sinergias existentes entre los distintos sectores de actividad, como el uso del calor residual de la industria para dotar al distrito de energía o el reciclaje de los residuos urbanos para incorporarlos una y otra vez al ciclo productivo.