Son 320 kilómetros de gasolina y cerca de 30 euros en peajes. Es el recorrido que separa al presidente de la Real Academia Galega de la lengua entre su domicilio, en Vigo, y la sede de la institución, en La Coruña, y vuelta a su casa.

El reconocido escritor gallego, que hoy se reúne con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo para transmitirle el «grave peligro que corre la RAG» por los recortes de financiación estatal y regional, no parece estar dispuesto a reducir el coste de este trayecto, que realiza con frecuencia casi diaria para acudir a su trabajo en la institución de la Lengua.

Lo hace, anecdóticamente, a bordo de uno de los Audi A8 de los que se deshizo la Xunta con la llegada de Núñez Feijóo a la Presidencia. El Gobierno gallego, incapaz de colocar en el mercado toda la flota de coches de alta gama heredados de los gobiernos precedentes, cedió a la Academia gallega el uso del vehículo, que durante el Gobierno de Emilio Pérez Touriño sirvió al actual secretario general del PSOE y luego candidato a la Xunta, Manuel «Pachi» Vázquez, para sus traslados como conselleiro de Medio Ambiente en el bipartito.

Pese a esta y otras concesiones y muestras de apoyo, y la multiplicación de fondos que tanto gobierno regional como estatal han venido otorgando a la Academia de Ferrín, el presidente continúa su particular campaña para exigir más fondos para compensar el freno a la subvención con que los PGE sostiene a la RAG.

«Academias españolistas»

El ajuste presupuestario previsto en las cuentas estatales contempla una reducción idéntica para las academias vasca y catalana, algo que el presidente de la gallega interpreta en clave política, toda vez que, en su opinión «las academias de corte españolista, como la de Historia o la de Veterinaria, no reciben idéntico trato», declaró la semana pasada.

El coste medio de un viaje de ida y vuelta entre las dos principales ciudades de Galicia es aproximadamente de 70 euros, sumando peajes de la AP-9 y el combustible para 320 kilómetros.

Si el presidente de la RAG solo fuese a la sede la mitad de los días del año -la Academia ha sido incapaz de facilitar el dato de asistencia de Ferrín- el presupuesto de la RAG para facilitar el transporte de su presidente entre su domicilio y su trabajo supera los 12.775 euros anuales, sin sumar el sueldo del conductor del vehículo, un antiguo empleado de un periódico gallego ahora a sueldo de la Real Academia Galega.

Así, la institución precisa «un millón de euros anuales» para su funcionamiento, pese a que los académicos no cobran y solo lo hacen 28 personas con nómina en la institución. Fundamentalmente, explicaba recientemente Ferrín, para mantener el patrimonio de la RAG o «revisar la toponimia» o la elaboración de un diccionario de apellidos gallegos que es «importantísimo» para que los ciudadanos «sepan sus orígenes y significados».

Recortes en viajes

Parte de dicho presupuesto contempla los viajes «necesarios» que la RAG debe realizar a Portugal, Cataluña, Brasil, Madrid (sic.) para «establecer contactos necesarios con las culturas más próximas». El propio Méndez Ferrín lamentaba recientemente que por motivos de «control de fondos» la Real Academia no pudiera asistir a un evento internacional de estudios gallegos celebrado en Gran Bretaña.

Otra de las partidas fundamentales, además de esta excepcional destinada al transporte del presidente es la de personal, partida de la que se benefician al menos cuatro personas vinculadas familiarmente a varios directivos, entre ellos, tal y como contaba ayer ABC, la hija y el futuro yerno del propio Xosé Luis MéndezFerrín, encargados de la edición y mantenimiento de los contenidos de la web de la Academia.