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La autopista más rápida de los EE.UU. tiene acento español

Ferrovial inaugura la extensión de la SH130, la primera carretera que permitirá circular a 136 kilómetros por hora

La autopista más rápida de los EE.UU. tiene acento español ABC

luis m. ontoso

El folclore texano fue el marco de una imagen que cada vez resulta menos frecuente en España: la inauguración de una autopista. Ferrovial presentó ayer la ampliación de la SH130 , una carretera de peaje diseñada para aliviar el tráfico del siempre congestionado corredor Austin-San Antonio, cuya concesión administrará su filial Cintra durante un periodo de 50 años.

El proyecto, que ha supuesto una inversión de 1.400 millones de dólares (cerca de 1.079 millones de euros), cuenta con varias particularidades: es el primero en el estado de Texas que se financia con la fórmula de colaboración público-privada y dispone del límite de velocidad más elevado del país, al permitir la conducción a 85 millas por hora (más de 136 kilómetros por hora) .

Hasta la fecha, algunas carreteras en las zonas menos pobladas del país permitían circular a un máximo de 80 millas por hora (125 kilómetros), pero el departamento de Transporte de Texas amplió este límite para la SH130 "por considerar que se puede circular a esta velocidad por los nuevos tramos con todas las garantías de seguridad", según explicó la empresa española.

Pese a tratarse de una vía de pago, que comenzará a aplicar las tarifas a partir del próximo 11 de noviembre, los conductores no se verán obligados a aminorar la velocidad para abonar los peajes. Para ello, Cintra ha instalado un sistema electrónico para que el cobro se efectúe automáticamente en la cuenta del conductor . Una serie de detectores se encargan de leer la identificación que cada usuario tiene que llevar en su automóvil. El recorrido completo, desde las localidades de Seguin a Georgetown, tendrá un coste de 12 dólares (aproximadamente, 9,25 euros).

Nuevas fórmulas de financiación

Tras el plan de estímulo fallido de Obama de hace un par de años , que prometía un gasto inicial de 50.000 millones de dólares (más de 38.000 millones de euros), y unos impuestos sobre los combustibles para financiar infraestructruras que han permanecido congelados desde hace más de 15 años, las restricciones presupuestarias han convertido a financiación público-privada en una de las apuestas más significativas de la Administración norteamericana para modernizar la red de transportes del país . Más aún en el caso de los políticos republicanos, como el gobernador de Texas, Rick Perry, siempre en apariencia reacios a inversiones que comprometan un mayor desembolso público.

El que fue uno de los candidatos a encabezar el partido republicano, pero que perdió el pulso con Mitt Romney en la recta final de las pasadas primarias , subrayó ayer durante en el acto de inauguración que la SH130 "no supondrá una carga sobre los contribuyentes". La financiación se ha articulado mediante un crédito TIFIA, préstamo otorgado por el departamento de Transporte de EE.UU. que la sociedad concesionaria deberá devolver, y la aportación de fondos propios.

Solo el presupuesto de la construcción se ha elevado a 968 millones de dólares (744 millones de euros), un proceso en el que también han participado empresas locales. Otra filial del grupo español, Ferrovial Agroman, se encargó del desarrollo de las obras en consorcio con la estadounidense Zachry, lo que generó más de 3.600 empleos directos .

"Estamos orgullosos de haber trabajado no solo con visionarios líderes estatales y locales, sino también con más de 150 firmas de Texas durante la construcción de este histórico proyecto ", recalcó Rafael del Pino, presidente de Ferrovial.

Texas parece haberse convertido en una de las principales bases de operaciones de Ferrovial en el mercado norteamericano, que actualmente supone un 10% de la facturación del grupo y el 12% de sus resultados por explotación. En el estado sureño cuenta, además de con la SH130, con dos de sus principales proyectos, la construcción y posterior concesión durante 52 años de las autopistas LBJ y North Terrent, cuyo valor conjunto se estima en 4.715 millones de dólares (más de 3.600 millones de euros). Ambas deberán estar totalmente operativas en el año 2015.

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