Abre las puertas de tu domicilio y déjate dibujar

Esta es la propuesta de «Dibujo a Domicilio» que, formado por ocho personas, lleva a cabo sesiones con varios requisitos: tienen que durar como mínimo dos horas, se desarrollarán en las casas de la gente que vaya a ser dibujada y, preferiblemente, serán los martes.

«El que quiere ser dibujado se pone en contacto con nosotros y preferiblemente pedimos que sea en Madrid para poder acudir cuanto antes. Queremos que sea un martes porque es un día perfecto para este tipo de actividades», explica a ABC.es Daniela Guglielmetti, que inició el proyecto.

Son unas condiciones que tienen un claro objetivo: captar la esencia, lo personal que nos otorga uno de los ámbitos más íntimos que existen, los hogares.

«El hecho de que sea en la casa del que va a ser dibujado es por cuestión de necesidad de espacio. También es por tradición, por ser un lugar en el que se recibe a las personas, donde se sienten cómodos y relajados », explica Daniela.

El proceso creativo se convierte así en un «todo»: el que va a ser inmortalizado también es el anfitrión y es una experiencia para las dos partes.

En cuanto a la metodología, emplean materiales fáciles de transportar y que manchen lo menos posible ya que es «casa ajena y sería muy embarazoso», asegura Daniela, tales como lápices, bolígrafos o rotuladores. Con ellos captan « instantes, momentos, gestos u objetos que a cada uno nos llamen la atención, de un modo diferente a una pose estática».

La propuesta es más que interesante y nos permite sentir, en cierto modo, lo mismo que en su día los miembros de la corte y de la nobleza , cuando acudían a sus palacios y palacetes los pintores de cámara para retratarles.

Ahora, un año y medio después, siguen evolucionando. Comenzaron dibujando a amigos, siguieron por «amigos de amigos» y así hasta llegar a conseguir que «desconocidos» les abran sus puertas y ser invitados a eventos y charlas sobre su actividad.

Pese a todo, Daniela espera que la esencia se mantenga: «Actualmente no lo entiendo como un negocio , no creo que sea una actividad por la que haya que cobrar ya que se perdería la razón por la que existe. Es un regalo para las dos partes, un intercambio que, aunque cada vez es diferente, siempre empieza igual. Eso es lo que espero que no cambie».

El proceso es gratuito a menos que el dibujado quiera hacerse con la obra original, caso en el que deberá ponerse en contacto con su dibujante y pactar un precio, ya que no hay ninguno fijado.

Así que, si quieres probar la experiencia, da rienda suelta a tu imaginación y déjate dibujar... los martes son su día.