¡Esto parece Nueva York!

Por las nuevas estancias del centro se han paseado gente de lo más variopinto: agentes del mundillo artístico, como los jóvenes comisarios Javier Duero o Sergio Rubira, profesionales de la agitación nocturna como Topacio Fresh o escritores como Andrés Trapiello; directores de grandes museos como Miguel Zugaza , del Prado, o Juan Antonio Álvarez Reyes, responsable del sevillano CAAC. Exultante la «capitana» del Museo, Inmaculada Corcho, y los arquitectos María José Aranguren y José González Gallegos , que por fin podían presentar —y no solo a los íntimos— a la criatura. Y especialmente cariñoso Juan Manuel Bonet, comisario de El efecto iceberg , la muestra en la que se condensan en una titánica tarea 400 de las 200.000 obras de primer orden que conforman la colección de dibujo e ilustración de nuestro diario y en cuyo cuidado catálogo hace una encendida defensa de su valía, entre otros, Santiago Castelo.

Sin lugar a dudas, los que más han disfrutado y felicitado la iniciativa han sido los artistas. Porque el Museo ABC nace con vocación de centro de arte, es decir, seguir promocionando a las nuevas generaciones de creadores plásticos. «Es alucinante —decía Eugenio Merino —. El espacio es muy similar a los que tanto abundan en Nueva York». De la misma opinión son Javier Arce y Alexandre Arrechea, autores que han trabajado en esa ciudad. «Me gusta que el Museo haya inaugurado mostrando lo que ha sido capaz de hacer y con el deseo de tendernos una mano», explicaba Javier Fresneda. A su lado, una nómina interminable de buenos creadores nacionales como Albert Corbí, Pablo Márquez, Juan Carlos Bracho, Daniel Martín Corona o Agustín de Llanos , muchos de ellos representados en la Colección de Arte Contemporáneo de ABC . Ellos, junto a Germán Gómez, Francisco Leiro, Diana Larrea, Tamara Arroyo , o a los internacionales Alexander Apóstol, Zoé T. Vizcaíno y Abdul Vas reparaban en la capacidad de las instalaciones y lo acertado del montaje de la muestra. Antonio Mingote , uno de nuestros grandes nombres del dibujo y el más mencionado con respeto en los discursos, tiene buenos sucesores.

El mundo de la crítica se ha visto representado por Fernando Castro Flórez, Víctor Zarza, Óscar Alonso Molina, Javier Montes y Beatriz Espejo . Tampoco han faltado a la cita los galeristas: de Soledad Lorenzo, Pepe Cobo, Evelyn Botella y Oliva Arauna a los más jóvenes: José Robles, Silvia Ortiz, Pedro Maisterra o Raquel Ponce , que resaltaba la gran idea de utilizar «planeros» y pequeñas PDAs en la muestra.

Los galeristas de Espacio Mínimo destacaban «el tirón que tiene la prensa y vuestro periódico». Las distintas áreas del museo se han convertido en diferentes ambientes en los que arremolinarse, escuchar música, disfrutar de la exposición o tomar una copa de forma distendida. No faltaron embajadores del ámbito de las finanzas como Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña; Antonio Escámez y Borja Baselga , presidente y director, respectivamente, de la Fundación Banco Santander; Ignacio Eyres , director general de Caser Seguros; y Helena Revoredo , presidenta de Prosegur. Esto no ha hecho más que empezar.