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Patrón de la vieja escuela periodística

Ayer falleció en Madrid Guillermo Luca de Tena, uno de los grandes periodistas y editores. Con él se va uno de los liberales más señeros, uno de los hombres más cultos y entregados a la profesión periodística, al que todos en ABC llamaban cariñosamente «el Patrón»

Patrón de la vieja escuela periodística

Para quienes hacemos ABC, se nos ha muerto el Patrón. Así le llamábamos desde que en enero de 1975 falleció su padre, don Juan Ignacio Luca de Tena. Él era el Patrón a la vieja usanza: generoso, sencillo, humilde, con sentido del mando y una ... profunda sabiduría. Sus consejos eran atinados, certeros, donde no faltaban su siempre indeclinable servicio a la verdad y su pasión generosa por España. Amigo de sus amigos, apenas hace unos días escribía con Marcelino Oreja una Tercera al alimón para recordar a Pepín Vidal Beneyto, que fue su amigo. No contento con el texto publicado, excesivamente biográfico, él, profundamente humano siempre, quiso escribir unas líneas entrañables, íntimas para despedir al amigo muerto. No quiso que esas líneas fueran a Tercera. Se conformaba con que aparecieran en las páginas de Necrológicas. Su sentido del Periodismo no marcaba condiciones: cualquier sección es buena en el periódico con tal de que se escriba con dignidad y con verdad. Y él lo que deseaba decir en esas palabras cálidas y cercanas era cuánto quería al amigo muerto. Cumplió lo que ambos tenían pactado: el que muriera antes hacía la necrológica del otro. Lo que jamás podía pensar el Patrón, que en las últimas líneas de esa evocación emocionada se llamaba a sí mismo «un anciano de ochenta y dos años», era que iba a tardar tan poco en seguir a su amigo Pepín. Y ayer fallecía repentinamente en Madrid.

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