El danés Noma destrona a El Celler de Can Roca como el Mejor Restaurante del Mundo

Juan Mari y Elena Arzak se mantienen, por su parte, en el octavo puesto tras once años en una lista que no gusta a todos, pero que se ha convertido en el referente mediático de la cocina mundial. Según explicaron a ABC en las horas anteriores a la ceremonia, padre e hija se mostraban ayer «muy tranquilos». El «top 10» de la cocina mundial se completa con el italiano Massimo Bottura de la Osteria Francescana (Módena) en el tercer puesto, Eleven Madison Park de Daniel Humm (Nueva York) en el cuarto, Dinner del británico Heston Blumenthal (Londres) en el quinto, D.O.M. del brasileño Alex Atala (Sao Paulo) en sexto puesto –y mejor restaurante de América Latina un año más-, Alinea de Grant Achatz (Chicago) en novena posición, y el también londinense The Ledbury, de Brett Graham, en la décima posición.

En el resto de éxitos de la cocina española -siete restaurantes españolas están entre los 50 mejores del mundo-, destaca la esperada entrada en la lista, en el puesto 26, del vizcaíno de 36 años Eneko Atxa , que tiene tres estrellas michelín en su restaurante Azurmendi , en la localidad de Larrabezúa.

El valenciano Quique Dacosta , dueño del restaurante de Denia que lleva su nombre, ocupa este año el lugar 41, tras subir al puesto 26 el año pasado. En el 34, figura el Asador Etxebarri de Víctor Arguinzoniz (Atxondo, Vizcaya), después de ocupar el puesto 44 en 2013; y en 35, Martín Berasategui (Guipúzcoa). Además, Jordi Roca, responsable de los postres en el Can Roca, fue elegido como mejor pastelero del mundo.

1. Noma. Dinamarca, del chef René Redzepi.

2. El Celler de Can Roca. Gerona.

3. Osteria Francescana, en Módena, Italia. De Massimo Bottura.

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Los hermanos Roca explicaron ayer por la mañana que el Can Roca ha recibido este año propuestas para abrir establecimientos en ciudades como Singapur, Pekín, Nueva York, Madrid, París o Sao Paulo. Pero, según explicó Josep Roca, responsable de la sala y la bodega del restaurante gerundense, «el Celler de Can Roca no puede viajar mientras siga abierto». En lugar de sucumbir a la tentación de la internacionalización o la franquicia, el Can Roca cerrará sus puertas durante cinco semanas, del 31 de julio al seis de septiembre, para realizar una gira por Ciudad de México y Monterrey en México, Medellín en Colombia y a Lima, la capital peruana, según detallaron en un acto de promoción de la gastronomía de Gerona.

Las quinielas ayer oscilaban entre quienes auguraban un periodo de estabilidad en la polémica lista, con el Can Roca al frente por segundo año consecutivo, y quienes consideran que la expectación que genera el ritual anual del ranking es demasiado intensa como para no sorprender con nuevos titulares. Ahora, con el «número dos» debajo del brazo, los Roca se enfrentarán en esa gira latinoamericana al reto de «partir de cero en otro contexto culinario», con el objetivo de «hacer un tributo a esa despensa inacabable» que ofrecen las gastronomías de estos tres países latinoamericanos. En Lima, presidirán en la sede peruana del BBVA unas jornadas gastronómicas de cinco días justo antes del inicio el 5 de septiembre de Mistura, considerada como la feria gastronómica más importante de América Latina.

Los premios de Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo fueron creados en 2002 por la revista «Restaurant», editada por el grupo William Reed Business Media. El codiciado ranking está elaborado por un grupo de más de 900 jurados, que deben elegir siete restaurantes por orden de preferencia. En estos doce años, ha logrado hurtar a la canónica guía Michelín el lugar central en el calendario mediático de la gastronomía global. Pero su metodología y significación están cuestionadas por algunos de los críticos más respetados del sector. Así, el especialista de ABC, Carlos Maribona, la calificaba el año pasado de «lista para papanatas». Ferran Adrià, en cambio, coronado hasta cinco veces como mejor restaurante del mundo, defendía hace unos meses en una entrevista con ABC que «las listas son maravillosas, existen en muchos sectores, y seguramente Hollywood es Hollywood gracias a los Oscar».