Las diosas del barro
El equipo femenino del Club Rugby Toledo ocupa el primer puesto en la Liga de Promoción Femenina Madrileña
Las diosas del barro
Ahí las tienes, con barro hasta en el ombligo. Y no están todas. Las Águilas, el equipo femenino del Club Rugby Toledo , es un ejemplo de la pasión por un deporte. Esta plantilla formada por 30 aguerridas sufridoras se parte el pecho en cada ... entrenamiento, en cada partido. Da igual que haga un frío del carajo, caigan chuzos de punta o pisen lodo. Nada les para. Es su segundo año de formación y se nota la progresión de este grupo de colosas que dirige Santiago Fernández con el apoyo desde el banquillo de Bea Arrogante, la eterna capitana, ya retirada como jugadora.
Cansa verlas entrenar o calentar para un partido. Se desviven por este deporte, y eso que no cobran ni un euro. Es más, el año pasado tuvieron que ingeniárselas para lograr que un puñado de socios les pagara la equipación, aportando cada uno diez euros. Para esta temporada, afortunadamente para ellas un grupo de patrocionadores corre con ese gasto.
La última batalla de estas guerreras fue un partido amistoso en el campus de la Universidad Rey Juan Carlos, en Alcorcón. Allí las Águilas se dejaron la piel -muchas terminaron exfoliadas por los efectos del barro- frente al equipo universitario madrileño. Las toledanas arrasaron: veinte tantos a su favor mientras que su contrincante no logró anotar ni el de la honrilla. Las chicas de Santiago y Bea están que se salen. Ocupan el primer puesto en la Liga de Promoción Femenina Madrileña.
Las Águilas dan todo lo que pueden en el campo porque solo les mueve la devoción por el rugby. Como todas sus compañeras de competición. Un ejemplo: el equipo de Santi y Bea viajó a Alcorcón con un equipo mermado por diferentes motivos. ¡Pero esto es rugby! Las toledanas pidieron la colaboración de chicas de Guadalajara y Dulcineas para poder tener algún cambio durante el segundo tiempo. Aunque esas jugadoras acababan de terminar su partido minutos antes en el mismo campo embarrado, no dudaron un segundo en vestirse con la zamarra de Las Águilas, volver al infierno y echar una mano a las pupilas de Santi y Bea. Todo un detalle.
Y si usted tiene algún sábado libre por la mañana, no desaproveche la ocasión para ver a Las Águilas en acción en el campo de la pista de atletismo de la antigua Escuela de Gimnasia de Toledo. No le defraudarán. ¡Ah! Y luego vendrá el tercer tiempo para una matinal redonda con las diosas del barro.
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