Vestir el momento

Para el matador de toros Julián López «El Juli», con años de alternativa sobre tu todavía joven trayectoria, «la tauromaquia es cultura, y la cultura es libertad». Bien dicho, y además con la solemnidad que requiere una verónica a manos bajas con laz zapatillas asentadas en la arena, mientras el bufido del astado lame los muslos del diestro aclamado. La cultura y la libertad, casi nada, y todo comentado con firmeza ante un auditorio que siente y ama al mundo del toro. De ese toro bravo que existe porque la Fiesta Nacional le ofrece la oportunidad de pastarl libre en dehesas abiertas hasta que llega la cita con timbales y clarines. Y después, el arte y la nobleza enfrentados en un redondel donde los dos antagonistas se entregan a los dictámenes de la vocación y de la bravura seleccionada en los tentaderos oportunos.

En Albacete, donde también estaba el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, se enaltece el sentir de una afición que arrastran los siglos y también se apuntala la verdad de una magia artística que nace en la tarde con los tendidos de una plaza de toros a rebosar.

Hasta se ha editado un sello conmemorativo de la ocasión, demostrando que Correos se vuelca en el congreso y participa del ambiente de esta Fiesta Nacional tan nuestra y tan querida, y en donde vuelvo a destacar la imagen de nuestra presidenta tras el atril, v istiendo el gesto que tiene Castilla-La Mancha como principal defensora del entendimiento cultural que significa la tauromaquia.