Hazte premium Hazte premium

La estación de tren de Toledo llega a su centenario

Este edificio, declarado Bien de Interés Cultural, comenzó a construirse el 4 de marzo de 1914 bajo la supervisión de Narciso Clavería

M. CEBRIÁN

Pasearse por Toledo es como viajar en una máquina del tiempo, y la historia de la ciudad en los dos últimos siglos está ligada al tren y a su estación ferroviaria hasta la actualidad, cuando en 2005 se inauguró la línea de alta velocidad que conecta con Madrid.

Según la documentación facilitada por Adif a ABC, la histórica estación ferroviaria de Toledo celebra estos días el centenario del inicio de su construcción, ya que el 4 de marzo de 1914 comenzó a contruirse este edificio que ha visto pasar por sus andenes a millones de viajeros del tren a lo largo de estos cien años.

El ferrocarril llegó a Toledo el 12 de junio de 1858 con la puesta en marcha de la línea que la unía con Castillejo y con ello a las radiales que conectaban Madrid con Andalucía y el Levante. La inauguración contó con la presencia de Isabel II y Francisco Javier de Istúriz, presidente del gobierno.

En diciembre de ese mismo año José de Salamanca, impulsor de la línea a través de la Compañía del Ferrocarril de Castillejo a Toledo, transfirió su concesión a la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (generalmente abreviada como MZA).

En 1914 se iniciaron las obras para sustituir la antigua estación de 1858 por una totalmente nueva. Narciso Clavería, ingeniero de la MZA, fue el encargado de la construcción que concluyó en 1919, dando lugar a una estación de diseño atípico y de claro estilo neomudéjar que en su época generó polémica por alejarse drásticamente del diseño sobrio y funcional de la anterior estructura realizada por Eugenio Page.

El 5 de julio de 1927, el Estado inició las obras de una pequeña línea férrea de apenas 18 kilómetros que buscaba unir Toledo con Bargas. Con ello se pretendía que Toledo dejará de ser una estación terminal y tuviera una conexión con Extremadura.

A pesar de la sencillez de las obras, fueron paralizadas en 1931 y no se retomaron hasta 1938 tras varios amagos de abandonar el proyecto. En 1939 Toledo fue enlazada por fin con la radial Madrid-Cáceres y con la Toledo-Castillejo.

Continuas crecidas del Tajo

Aunque puesta en marcha, la línea no tardó en tener problemas debido a su deficiente construcción que la hacían vulnerables a las continuas crecidas del río Tajo, las cuales anegaron en varias ocasiones un puente cercano a la ciudad de Toledo obligando a suspender el tráfico. Finalmente, el 26 de febrero de 1947, se decidió una nueva suspensión que resultó ser definitiva, ya que Renfe ordenó el cierre de la línea en 1968.

Declarada Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, desde 1991 e integrada en el Patrimonio Histórico Español, la estación de tren de Toledo es obra del arquitecto Narciso Clavería, marqués de Manila, quien redactó un proyecto cercano a los dos millones de pesetas para la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA).

De estilo neomudéjar, la estación abarca una superficie de 12.600 metros cuadrados. Para su construcción se usó ladrillo, piedra, hierro y cemento. El edificio de viajeros se compone de un pabellón central flanqueado por dos alas laterales de menor altura. Toda la estructura está decorada con arcos polilobulados y almenas escalonadas en la parte superior. En uno de los extremos se encuentra la torre del reloj. Cinco puertas permiten acceder a un vestíbulo de gran riqueza ornamental que ofrece una buena muestra de la artesanía y orfebrería toledana: mosaicos de azulejos, celosías, taquillas y lámparas forjadas.

Renovación del 2005

Con la renovación operada en 2005 para la llegada de la alta velocidad a Toledo, se modernizaron los andenes, se construyeron nuevas marquesinas para proteger a los viajeros además de renovar la existente, se realizó un aparcamiento de 325 plazas, una nueva cafetería y nuevos accesos. Se recolocó también la valla histórica de la estación, obra de Julio Pascual, que también goza de la consideración de Bien de Interés Cultural. La torre del reloj fue ampliamente restaurada.

Dispone de dos andenes, uno lateral al que accede la vía 1 y otro central compartido por las vías 2 y 3. Carece de vías de servicio o de playa de vías. Tampoco dispone de algún tipo de paso paso para cruzar las vías, dado que todas se integran en la misma plataforma aprovechando su condición de estación terminal.

La estación cuenta con venta de billetes, atención al cliente, aseos y cafetería. Todo el recinto está equipado con servicios adaptados para las personas con minusvalía. En el exterior existe un aparcamiento de 325 plazas, una parada de taxi y otra de autobuses urbanos.

Actualmente, Toledo está conectada con Madrid a través de 12 relaciones diarias en ambos sentidos gracias a trenes Avant que permiten conexiones de media distancia de alta velocidad que unen ambas ciudades en 30 minutos. También está conectada con Albacete con trenes Avant 1 o 2 veces al día, que previamente se realizaba con un AVE.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación