Probamos el iPhone 16 Pro: nuevo botón, pero las sorpresas están por debajo del 'capó'

En ABC llevamos una semana utilizando como terminal principal el nuevo iPhone 16 Pro y era fácil pensar que se trataría de una actualización menor del iPhone 15 Pro. Sin embargo, no paramos de encontrar pequeñas sorpresas que nos indican que se trata de un móvil con grandes cambios que no solo se ven en el exterior, como el nuevo botón de control de cámara, sino que se encuentran por debajo del 'capó' del dispositivo.

En las tripas, el iPhone 16 Pro estrena un nuevo procesador, el A18 Pro. Cuenta con más potencia gráfica y algunas mejoras para soportar el procesado de vídeo y fotos en formatos de mayor calidad. En comparación al resto de chips del mercado, Apple ha conseguido destronar a la competencia con un procesador increíblemente potente, todoterreno para realizar cualquier tarea que se te ocurra.

Al final, toda esa potencia es necesaria porque Apple Intelligence, la herramientas de inteligencia artificial que Apple prepara, la necesita. Como hemos dicho antes, el servicio no está disponible en estos momentos, pero algunas versiones beta en inglés ya cuentan con él. Pero además de potencia brutal, el iPhone 16 Pro cuenta con cambios menores que se agradecen en el día a día.

Por ejemplo, los nuevos iPhone ahora cuenta con una carga mucho más rápida, más autonomía y una mejor calibración del brillo, que sin llegar a aumentar los 'nit' demasiado, permiten que echar una ojeada a las redes sociales de noche o esperando al autobús a mediodía sea mucho más cómodo. Al final es una versión hipervitaminada de lo que ya ofrecía Apple con la anterior versión del Pro, y que en nuestro caso, que veníamos de un iPhone 12, recibimos con mucho gusto. Os podemos asegurar que vas a terminar el día con batería más que de sobra, y si se necesitara, el terminal ahora se carga a una velocidad de récord. La refrigeración también se ha visto mejorada, lo que se traduce en que el terminal se caliente mucho menos que antes, y aquí la diferencia si que es notable.

La pantalla también presenta mejoras. Además de contar con los 120 hertzios de velocidad, también ha crecido. Lo ha hecho casi sin variar las dimensiones de los teléfonos. Son un poco más grandes, pero apenas se nota. La pantalla tiene marcos más reducidos y eso es lo que ayuda a que el modelo básico salte de 6,1 a 6,3 pulgadas y el Max de 6,7 a 6,9 pulgadas. A la hora de la verdad, parece que no existen marcos algunos, y consumir contenido audiovisual se disfruta más si cabe.

Sobre el nuevo botón de control de cámara, este funciona como si fuera un disparador de una cámara profesional al uso, con una pulsación que es cómoda, aunque distinta al resto de botones. Estamos ante un elemento táctil y sensible a la presión, con todo lo que ello conlleva. Permite controlar el disparo, el nivel de zoom, la exposición o la apertura del obturador.

Sin embargo, debido a su posición (un poco más abajo del botón de desbloqueo del terminal), hemos sentido que no es tan cómodo como cabría esperar. Está pensado para aquellos usuarios que van a poder disparar con mucha calma, y no para aquella persona que quiera capturar una instantánea rápida. En nuestro caso, por muchas novedades que incluya, solo lo hemos utilizado para acceder rápidamente a la cámara y disparar un par de fotos. Poco más.

Nos ha resultado más cómodo y sencillo trastear con los ajustes a través de la pantalla que con el nuevo botón. Y estamos seguros que más pronto que tarde Apple incluirá nuevas funciones a este añadido para hacerlo más útil, si es que no muere por el camino como ya ha ocurrido con otras novedades que pasaron sin pena ni gloria (si Touch Bar, te estamos mirando a ti).

Pero ya que hablamos de fotografía, es importante señalar que en las cámaras de estos nuevos iPhone hay también, como en el resto del teléfono, más novedades y sorpresas de lo que aparenta. En los iPhone 16 hay pequeñas mejoras en los sensores. El ultra gran angular, por ejemplo, ahora tiene mayor sensibilidad y dispara con menos ruido cuando hay poca luz. El sensor principal procesa las imágenes de forma diferente y beneficia sobre todo a la nitidez a la hora de hacer zoom 2x con recorte de sensor. Los sensores han cambiado la disposición para poder grabar vídeo y tomar fotografías tridimensionales para ver en las Apple Vision Pro.

Ahora el modelo Pro gana el zoom x5, antes exclusivo del Pro Max, y el sensor principal es más rápido, incluso cuando se disparan utilizando formatos muy pesados. Es también capaz de grabar, por primera vez, a 120 cuadros por segundos con resolución 4K. La cámara ultra gran angular ha crecido en resolución hasta 48 megapíxeles, lo que da a. las fotos macro también más calidad y nitidez.

Pero lo que de verdad cambia la capacidad fotográfica de los nuevos iPhone (tanto del modelo básico como del Pro) es la nueva función de estilos fotográficos, que permite variar el tono, color y contraste tanto durante la toma como tras capturar un instante. No son filtros tradicionales, sino un grado de control adicional de exposición que permite recuperar el aspecto de las fotografías de hace un par de generaciones.

El iPhone 16 Pro está ya a la venta en un precio que arranca en 1.219 euros. Hay varios colores para elegir, fabricados en titanio, unas opciones más aburridas que en los terminales normales o más elegantes y sofisticadas, dependiendo del gusto. En ABC nos ha parecido un dispositivo excepcional, sin embargo, no creemos que sea recomendable actualizar si el usuario cuenta con algún modelos de los últimos dos o tres años. A partir de un iPhone 13 podría ser una buena opción, a no ser que te interese mucho Apple Intelligence (y tengas muchas esperanzas de que su llegada a Europa no se demore más de un año).