Trucos para desconectar del «smartphone» y combatir el estrés tecnológico
En tiempos de pandemia somos más «esclavos» que nunca de la tecnología. ABC te ofrece algunos consejos que pueden ayudarte a despegar los ojos de la pantalla

La tecnología está pensada para facilitarnos la vida. Sin embargo, en estos tiempos de hiperconexión, en los que parece que tenemos que estar disponibles para quien nos solicite en cualquier momento, puede terminar convirtiéndose en un engorro . Algo que, además, tiene difícil solución ... en lo que se refiere al « smartphone », ya que si antes ya jugaba un papel relevante en nuestras vidas, ahora, con la pandemia, para muchos usuarios se ha convertido en «imprescindible». Ya sea para mantener el contacto con jefes y compañeros o con familiares y amigos.
Pero eso no significa que no debamos desconectar o, al menos, intentarlo. La creciente importancia de la tecnología ha llevado a varios usuarios a sufrir «tecnoestrés», que es el estrés que surge debido al uso de nuevas tecnologías en el trabajo. Según un reciente estudio elaborado por el Instituto de Seguridad y Bienestar Laboral , el 42% de los teletrabajadores afirman que su uso les produce consecuencias negativas. Asimismo, el 60% las consideran como una amenaza psicosocial .
Ofelia Tejerina , abogada digital y presidenta de la Asociación de Internautas , explica a ABC que hay que diferenciar entre tres formas de abuso de las tecnologías y, en concreto, del «smartphone». Por un lado se encuentra la conexión forzosa: «Es cuando tienes que estar conectado forzosamente por temas de trabajo. El tener que estar pendiente de correos y llamadas de trabajo en cualquier momento del día puede causar incluso problemas para la salud. Además, cuando se dan estos casos deben ir siempre en el contexto de horas extra. Me parece completamente intolerable este tipo de conexión».
La segunda, según la experta, hace referencia a la conexión por razones lúdicas, que es cuando el usurio, simplemente por matar el rato o por divertimento , pasa más tiempo del debido enganchado a internet. Por último, en tercer lugar, Tejerina destaca, en concreto, a los adolescentes que no son capaces de dejar el teléfono, el ordenador o el iPad descansando sobre la mesa ni un instante. Y, en todos los casos, es un peligro. Según el Instituto Superior de Estudios Psicológicos , el mal uso o el abuso de las nuevas tecnologías puede provocar incapacidad a la hora de procesar información, aislamiento social y dificultades para el aprendizaje entre otros problemas. Para evitarlo, es importante que el usuario sea capaz de desconectar. Con ese fin, ABC ha recopilado una serie de consejos que le pueden ayudar .
Intenta cumplir con tu jornada
Que cuentes con herramientas para trabajar desde casa en cualquier momento no implica que tengas obligación de hacerlo. Sigues teniendo tus derechos (y obligaciones) , que pasan por cumplir con tu jornada y echar una mano en tu tiempo libre, aunque lo ideal es que la empresa te lo tenga en cuenta. «El trabajador tiene que hacer las horas que le corresponden y si se le solicitan más tienen que contar como horas extra», le explica a ABC el jurista especializado en temas digitales Borja Adsuara .
El jurista explica que, en tiempos de trabajo en remoto, «no hay que inventar los derechos del empleado, están estipulados en el Estatuto de los Trabajadores. Un empleado se puede negar a trabajar más allá de las horas que les corresponden, lo que pasa es que como está la cosa como está, la gente no se atreve. La precariedad hace que el trabajador piense que si no cumple con las exigencias de pasar más horas frente a la pantalla, o si se queja, la empresa le pueda cambiar». Lo ideal, como siempre, es ser consciente de que la empresa que nos contrata puede tener necesidades extra. Por fidelidad y por profesionalidad, lo ideal es responder cuando se solicitan nuestros servicios. Pero eso no implica que debamos de perder de vista nuestros derechos como empleados.
Que el tiempo que compartes sea de calidad
Seguramente, en más de una ocasión, habrás quedado con amigos y familia y habrás visto que alguno de los presentes pasa más tiempo con los ojos clavados en una pantalla que pendiente de los demás. Incluso es posible que esa persona seas tú. Y es que revisar el móvil cada dos por tres se ha convertido en una suerte de acto reflejo, especialmente en tiempos de teletrabajo. Lo mismo le pasa a muchos de los usuarios más jóvenes que, especialmente ahora, ven en el «smartphone» la única puerta abierta para seguir en contacto con lo que ellos consideran «su mundo»: el último viral de TikTok o el mensaje que acaba de enviarles el chico/a que «les mola».
Una de las claves para no caer en esta dependencia permanente de las tecnologías pasa por comprender en qué ocasiones no se deben emplear y marcar una pauta . «La conexión por diversión o por entretenimiento está bien, pero hay que saber desconectar. Sobre todo por normas de educación con los demás. Si tú no eres capaz de desconectar de forma saludable , por lo menos tienes que tener en cuenta que no puedes estar pegado al móvil cuando estás con más gente. Por ejemplo, si estamos comiendo en familia tenemos que pensar que no se toca el móvil a no ser que sea completamente necesario. Lo mismo sirve si estamos tomando algo en una terraza con más gente. El móvil se tiene que dejar a un lado», apunta la presidenta de la Asociación de Internautas.
Sin notificaciones
Si nos ponemos técnicos, podemos realizar varios ajustes en nuestros dispositivos electrónicos que nos permitan estar menos pendientes de ellos. Eso no implica que vayamos a recuperar la «libertad» que, en parte, podemos sentir que nos ha robado el avance de la tecnología. Pero, al menos, pueden ayudar. Una de las cosas más básicas que podemos hacer es desactivar las notificaciones del «smartphone» cuando estemos fuera del horario laboral o nos encontremos pasando el tiempo con amigos y familia. Los dispositivos con sistema operativo iOS , es decir, los iPhone , y Android permiten desahabilitar completamente su previsualización desde Ajustes y Configuración, en función del terminal.
En caso de que no queramos deshabilitarlo todo, sigue siendo posible realizar la operación aplicación por aplicación . Teniendo en cuenta que lo que más tiempo suele robarle al usuario son las redes sociales, el correo electrónico y las «apps» de mensajería, con desactivar cuatro o cinco plataformas sería suficiente.
Si nos ponemos drásticos...
Si esto no funciona, el siguiente paso sería ponerlo en modo silencio. Algo que nos permite no saltar cada vez que el dispositivo realiza cualquier sonido para ver qué hemos recibido. Esta opción se puede complementar desconectando la vibración o colocando el móvil en algún sitio lo suficientemente lejano para que no nos demos cuenta si nos llega algo. Si aun así somos incapaces de conternos, lo más tajante, quitando la posibilidad de apagar el «smartphone», es activar el modo avión. Gracias a ello, el móvil no solo dejará de estar conectado a internet. También dejará de recibir llamadas. Esta puede ser una buena opción si nos encontramos fuera de casa y solo queremos utilizar el dispositivo para ver una película o una serie en Netflix o escuchar un poco de música.
¿Y si no dormimos con él?
Pasar todo el día con el móvil pegado a la mano es malo. Pero, ¿y si además pasamos toda la noche?. El «smartphone», que a estas alturas tiene más funcionalidades que una navaja suiza , pueda hacer las veces de despertador, sin embargo, dormir pegado a él incita a que nos tiremos más tiempo todavía mirando la pantalla. En concreto, entre que nos quedamos dormidos y nos despertamos. Los expertos de Certideal , plataforma de venta de teléfonos reacondicionados, creen que es importante dormir alejado del móvil porque suscita interés y puede ocasionar una reducción de las horas de sueño: «Utilizar nuestro smartphone como despertador nos lleva, irremediablemente, a consultarlo cuando lo cogemos. Por ello, es mejor apagarlo completamente cuando nos acostemos».
Esto puede ser bueno también para alargar la vida útil del dispositivo . Y es que lo normal es que el usuario lo cargue durante la noche para que al día siguiente esté plenamente operativo. Cuando empleamos el «smartphone» mientras está enchufado es normal que se caliente. Este problema de sobrecalentamiento se agrava porque los teléfonos no tienen elementos activos de ventilación, como puede ser la refrigeración por ventilador o líquida, que ayudan a que el calor se disipe.
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