Verde mar: todo lo que debes saber sobre comer algas

¿Por qué deberías comer algas?

Porque tienen un sabor agradable, a mar y concretamente a crustáceos y moluscos, pero también por su riqueza nutricional . En general, las algas contienen proteína vegetal de alto valor biológico (todos los aminoácidos esenciales están presentes en cantidades elevadas), poca grasa y un sinfín de minerales, empezando, cómo no, por el yodo, para luego seguir con calcio, magnesio, fósforo, sodio, potasio, hierro, azufre, cobalto, cinc, silicio, manganeso, cobre y selenio.

También proporcionan un adecuado aporte de vitaminas –entre ellas las del grupo B, A, C, D, E y K– y son muy ricas en fibra, ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y sustancias antioxidantes .

Espirulina y clorela: el poder “azul”

Existen muchos tipos de alga y, como es fácil imaginar, cada una tiene unas características gustativas y nutricionales específicas y se utiliza de forma diferente en la dieta. La espirulina y la clorela son microalgas o algas unicelulares que pertenecen al grupo de las algas verde azules. Ambas se han ganado a pulso el apodo de superfood y se encuentran bajo forma de polvo o cápsulas como suplemento alimenticio.

La espirulina es una microalga con forma de espiral (de ahí su nombre) e intenso color azul verdoso. Es un alimento rico en hierro y proteínas, además de vitamina E, calcio, fósforo, magnesio y antioxidantes. Tal y como sugiere su nombre, la clorela es uno de los alimentos más ricos en clorofila del planeta. También es una de las fuentes de proteína vegetal más generosas y tiene fama de ser un poderoso purificante natural.

Se pueden adquirir molidas en la tienda online de Regional Co. y los precios varían de 6.80 a 10 euros.

Cómo preparar una auténtica ensalada de mar

Entre las algas verdes, las más comunes son la lechuga de mar y el awonori (o aonori). La primera, verde y plana, recuerda la lechuga corriente y tiene un sabor verde, un poco picante. La segunda viene en forma de ramita, de ahí que se le conozca también como cabello de mar. Su gusto es ligero y fresco. Ambas, rehidratadas, pueden añadirse a sopas y ensaladas.

Nori y dulse: las algas rojas

Es el alga que envuelve las piezas de sushi , la que les da forma, textura y sabor. Quizás por eso nos resulte la más familiar.

El alga nori es un tipo de alga roja que procede de un conjunto de algas comestibles prensadas y secadas. Es especialmente rica en proteínas vegetales, en omega-3, hierro, calcio, magnesio y yodo. La dulse es otra variedad de alga roja, a la que también se le llama “perejil de mar” . Es rica en minerales, pero sobre todo destaca por su contenido en vitamina C y en antioxidantes carotenoides. No necesita remojo y le va perfecta a sopas, ensaladas, salsas y, en general, para dar un giro salado y agradable a los platos.

Kombu: la leche del mar

Las algas pardas se consideran un potenciador de sabor. A este grupo pertenece la célebre alga kombu , ingrediente indispensable, por ejemplo, en el caldo Dashi. Es muy rica en proteínas vegetales y fácilmente digerible, pero su peculiaridad es que es una fuente de calcio: 134 miligramos por taza .

También aporta hierro y yodo y dosis de vitamina K superiores a las de otras algas. Se puede utilizar en sopas, cremas y en platos de legumbres (por muy raro que parezca) para aumentar su digestibilidad. Por cierto, el alga kombu fue lo que llevó a la codificación del umami , el quinto sabor, siendo especialmente rica en glutamato monosódico.

Wakame

Rica en minerales (sobre todo yodo y hierro), aminoácidos y vitaminas K, A, D, E y B2. Baja en grasa y con muy pocas calorías. Y en la cocina es un truco para aumentar la digestibilidad de platos a base de cereales y legumbres.

¿De verdad hace falta algo más para hacerse fans del alga wakame?

Experiencia Kabuki

Los restaurantes del grupo Kabuki son la elección más acertada si lo que queremos es disfrutar de una velada gastronómica japonesa con estrella. Eso sí, japonesa con un toque mediterráneo.

En el local de la madrileña calle presidente Carmona, por ejemplo, hay un apartado entero de la carta dedicado a las ensaladas tradicionales, como la Wakame Kyuri Su con alga wakame y pepino. Si no nos apetece salir de casa, el servicio a domicilio Experiencia Kirei incluye entre sus propuestas la Goma Wakame, con alga wakame, especias picantes y aceite de sésamo. Lujo submarino.

Poké: el plato de moda, imposible sin algas

Arroz, pescado, jengibre fresco, semillas de sésamo negro y blanco, wasabi en polvo, chiles, salsa de soja y, cómo no, algas.

El Poké es uno de los platos más de moda, algo así como una ensalada de los más completa desde el punto de vista nutricional. Esta especialidad procede de Hawái y suele servirse en boles. Como es fácil de entender, puede haber tantas variantes como cocineros.

En Mama Campo se sirve un Poké de atún marinado, arroz de algas, verduras y ají amarillo, que se suma al de salmón marinado al estilo hawaiano, con arroz de algas, aguacate, sésamo y cebolleta. Los ingredientes pueden adquirirse en el colmado que está justo detrás del restaurante, por si se quiere experimentar en casa.

Dónde comprar las algas

Las tiendas de Pepita y Grano son una especie de paraíso para los foodies: hay absolutamente de todo y a granel, el trato es competente y agradable y hasta te dejan probar todo lo que te apetezca.

Aquí podemos encontrar también cierta variedad de algas disecadas, como las algas dulse, wakame, kombu, nori y los “espaguetis de mar” . También venden unos increíbles snacks crujientes a base de algas, que presumen de un equilibrio casi imposible entre dulce y salado. Para probar .

Algas en la cocina: manual de uso

Las algas son verduras, solo que proceden del mar. Sin embargo, tienen un sabor más pronunciado respecto a las verduras a las que estamos acostumbrados a comer.

Su uso en la cocina debe parecerse más al de las especias y las hierbas aromáticas, es decir, moderado, para dar un toque original al plato y no para cambiar totalmente su sabor (a menos que no sea esto lo que se desea).

Las algas se pueden utilizar para rematar ensaladas, sopas, arroces, legumbres, hasta en tartas y postres. Si se compran disecadas, es necesario rehidratarlas. Teniendo en cuenta este aspecto, es decir, que una vez rehidratadas aumentan su volumen, la cantidad diaria recomendada varía de 5 a 10 gr por persona, no más.