El negocio de la calvicie: champús, suplementos y clínicas capilares

El doctor Ignacio Sevilla, director médico y experto en cirugía capilar en Svenson, explica que «la causa más frecuente de la calvicie es la alopecia androgénica, con un fuerte componente genético y hormonal. En hombres está relacionada con la sensibilidad de los folículos a la dihidrotestosterona (DHT), que provoca un adelgazamiento progresivo del cabello. En mujeres también ocurre, aunque suele manifestarse como una pérdida difusa en lugar de entradas y coronilla». Además de este tipo de alopecia, pueden influir otras causas como enfermedades autoinmunes (alopecia areata), alteraciones tiroideas, déficits nutricionales o incluso efectos secundarios de algunos tratamientos, sin olvidar la caída del cabello estacional.

En la alopecia androgénica, la más común, aunque el componente hereditario y hormonal es fundamental, es importante saber que factores como el estrés y los hábitos de vida no saludables (consumo de alcohol, tabaco, falta de sueño, mala alimentación) pueden empeorarla.

Más allá de lo físico, el impacto psicológico puede ser significativo. Tal como señala el doctor Sevilla, «el cabello está muy ligado a la identidad y a la autoestima; su pérdida puede generar inseguridad, ansiedad o incluso depresión. En muchos casos, la afectación emocional es mayor que la física, por lo que el abordaje debe ser integral».

El primer paso para tratar la calvicie es un buen diagnóstico, que siempre debe realizar un dermatólogo experto en tricología. Hay que diferenciar entre la caída estacional, propia de ciertas épocas del año, como el otoño, y la alopecia, y siempre ante las dudas, consultar con un experto. El doctor Carlos Portinha, director médico del grupo Insparya, explica que «la caída de cabello es un proceso natural del ciclo capilar. En condiciones normales, se pierden entre 50 y 100 cabellos al día. La caída de cabello no siempre es motivo de preocupación, especialmente si es temporal. Sin embargo, si la caída es excesiva o persistente, puede ser un síntoma de alopecia». El experto añade «la alopecia puede generar calvas visibles o pérdida significativa de cabello».

El doctor Leone, de Hospital Capilar, señala que «el diagnóstico precoz es clave, ya que, una vez que se produzca una pérdida folicular consistente, los tratamientos médicos a disposición pueden no ser suficientes para restaurar la densidad capilar uniforme, precisando una intervención quirúrgica de injerto capilar».

Antes de llegar al injerto, hay otras opciones que también funcionan en muchos casos. El doctor Javier Rivero de Clínica Ferraro sostiene que, por una parte, «hay tratamientos farmacológicos que han demostrado eficacia, como el minoxidil, el finasterida y la dutasterida. Por otra parte, para complementar la terapia farmacológica y mejorar los resultados se pueden usar champús y lociones anticaída con ingredientes como el ketoconazol, que pueden ayudar a controlar la caspa y reducir la inflamación del cuero cabelludo. Además, hay otros protocolos como el Plasma Rico en Plaquetas, que estimula el crecimiento capilar».

La mesoterapia capilar o el láser de baja intensidad son otros tratamientos que también han demostrado eficacia en la caída del cabello. Aunque en algunos casos la única solución posible es el injerto.

España no solo está a la cabeza del número de calvos en Europa, es también un mercado capilar muy importante, como reveló la doctora Ana Rita Rodrigues, jefa del servicio de dermatología del Hospital Valle de Henares y del Hospital Quirónsalud Sur, durante la presentación de los suplementos Vitacrecil Complex de Laboratorios Viñas. La oferta de champús, lociones anticaída, complementos alimenticios… no para de crecer. Por eso es importante, antes de adquirir cualquiera de estos productos, confiar en el criterio de un profesional para que pueda asesorar de forma personalizada, y elegir productos que incluyan ingredientes con eficacia científica

De igual manera, en los últimos años, también ha habido un auge de las clínicas capilares en España. El injerto no deja de ser una operación por lo que es esencial que el establecimiento cumpla con la normativa de cada comunidad autónoma, y que los profesionales tengan el título correspondiente para poder realizar la cirugía con total seguridad. Las recomendaciones de los expertos son siempre desconfiar de ofertas demasiado agresivas y comprobar que todo está en orden, tanto en la clínica elegida como en el profesional que realizará el trasplante.