Inundados de basura electrónica: los residuos crecen cinco veces más rápido que su reciclaje
Un informe de la ONU avisa de que los desechos electrónicos han aumentado un 80% desde 2010, y la cifra seguirá subiendo
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Madrid
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Iniciar sesión¿Cuántos aparatos electrónicos tiene? Piénselo un segundo. No solo se trata de la nevera, el móvil o la televisión. Son los auriculares inalámbricos, el reloj, la butaca reclinable, el altavoz inteligente, el patinete... Hay cigarrillos electrónicos, coches eléctricos, marcos de fotos dinámicos, ... hasta la ropa incorpora ya tecnología: hay chalecos electrificados para dar calor o mochilas que recargan el teléfono gracias a una placa solar. Si hace la cuenta de cuántos aparatos tiene con enchufe o batería, se va a sorprender. La media dice que, en los países ricos, cada persona tiene más de un centenar, sin contar lámparas. Muchos acaban, en un plazo muy limitado de tiempo, en la basura. Toda esa marea de desechos se ha convertido en un problema global creciente: un nuevo estudio calcula que los residuos electrónicos están aumentando cinco veces más rápido que su reciclaje.
En 2022, los países generaron 62 millones de toneladas de desechos electrónicos, una cifra récord, según advierte este miércoles el Observatorio Mundial de los Residuos Electrónicos de las Naciones Unidas. Significa un aumento del 82% respecto a los datos de 2010 y representa un volumen difícil de imaginar: llenarían más de un millón y medio de camiones de 40 toneladas, suficientes para crear una fila que rodee el ecuador.
Detrás de este incremento está el progreso tecnológico, un aumento del consumo, unas opciones de reparación limitadas, ciclos de vida cortos de los productos, una creciente electrificación y una infraestructura que no favorece la buena gestión de residuos electrónicos. Por eso todo apunta a que las cifras seguirán creciendo: cada año la generación de este tipo de residuos suma otros 2,6 millones de toneladas. Para 2030, el planeta creará unos 80 millones anuales de basura electrónica, según las cifras del informe.
El reciclaje, si sigue la tendencia actual, no logrará absorber ese aumento. En estos momentos a penas se recicla una cuarta parte (22,3%) de los residuos electrónicos, con el consiguiente riesgo de contaminación para las comunidades de todo el mundo. Pero la cifra irá en descenso. Para 2030, el informe prevé que la tasa de reciclaje habrá caído al 20%. De ahí el llamamiento a mejorar la infraestructura e intentar elevar las tasas al 60% para 2030. Europa parte con ventaja: su tasa de reciclaje es del 42,8%.
«Las últimas investigaciones muestran que el desafío global que plantean los residuos electrónicos no hará más que crecer. Dado que menos de la mitad del mundo implementa y hace cumplir enfoques para gestionar el problema, esto hace sonar la alarma para que existan regulaciones sólidas que impulsen la recolección y el reciclaje», valora Cosmas Luckyson Zavazava, de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de la ONU.
Metales
A las preocupaciones medioambientales se une otro motivo para impulsar el reciclaje. Los residuos electrónicos generados en 2022 contenían 31.000 millones de kilos de metales, 17.000 millones de kg de plásticos y 14.000 millones de kg de otros materiales (minerales, vidrio, materiales compuestos, etc.). En total, hubo unos 90.000 millones de dólares escondidos en forma de desechos, incluidos 19.000 millones de dólares en cobre, 15.000 millones de dólares en oro y 16.000 millones de dólares en hierro.
Para los autores del informe resulta «sorprendente» que los países prefieran seguir dependiendo de unos pocos para la obtención de tierras raras para la elaboración de dispositivos, antes que aumentar la obtención a través del reciclaje.
«Apenas un 1% de la demanda de tierras raras esenciales se cubre mediante el reciclaje de residuos electrónicos. En pocas palabras: los negocios no pueden continuar como siempre. Este nuevo informe representa un llamamiento inmediato a una mayor inversión en el desarrollo de infraestructura, una mayor promoción de la reparación y la reutilización, el desarrollo de capacidades y medidas para detener los envíos ilegales de desechos electrónicos. Y la inversión se amortizaría con creces», dice Kees Baldé, autor principal del estudio y miembro del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional y la Investigación (UNITAR).
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Por último, el informe llama la atención por primera vez sobre un problema emergente: el comercio de residuos electrónicos. En 2022 se detectaron 5,1 millones de toneladas (8,2 % del total mundial) que fueron enviados a través de fronteras, de los cuales unos 3,3 millones de toneladas (65 %) se enviaron desde países ricos a otros de ingresos medios y bajos para venderlos a un precio más bajo, a través de movimientos «incontrolados e indocumentados».
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