Corea del Norte lucha contra una «explosión» de Covid

Los medios oficiales norcoreanos apuntan que esta «explosión» de casos de fiebre , achacada desde ayer al patógeno, se remonta a finales de abril. Hasta 187.800 pacientes permanecen en aislamiento bajo atención médica y 162.200 se habrían recuperado ya, lo que eleva las cifras gubernamentales a 350.000 infectados.

Kim Jong-un ha visitado esta tarde la sede de las autoridades sanitarias encargadas de la gestión de la emergencia, donde ha criticado el repunte de casos . «La expansión simultánea de la fiebre con la capital como centro muestra que hay un punto vulnerable en el sistema de prevención», ha afirmado. El dictador convocó ayer una reunión de emergencia de los mandatarios del Partido de los Trabajadores, a quienes urgió –protegido por primera vez tras una mascarilla – a responder con «máxima firmeza» ante «la más seria de las crisis».

La identificación de este nuevo foco supone una alarmante noticia en un país que hasta ahora aseguraba no haber detectado ningún caso –afirmación puesta en duda por organismos internacionales– tras cerrar sus fronteras a bienes y personas de manera drástica a principios de 2020. Aún más cuando sus 25 millones de habitantes no han recibido dosis alguna. Corea del Norte ha rechazado todas las vacunas ofrecidas desde el extranjero, tanto las de la Organización Mundial de la Salud –a través del fondo Covax , que había destinado una partida– como las de China.

Ante la perspectiva de un desastre inminente, el recién nombrado presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha tendido la mano al país vecino reiterando su disposición a ayudar. «El presidente planea proporcionar al pueblo de Corea del Norte vacunas contra la covid y otros suministros médicos», ha anunciado esta tarde el portavoz presidencial surcoreano, Kang In-sun, por medio de un comunicado. «Se dice que los casos sospechosos están aumentando a un ritmo explosivo en Corea del Norte a causa de un brote masivo. Mantendremos conversaciones con la contraparte norcoreana sobre los detalles».

Los motivos del régimen para hacer pública la crisis sanitaria siguen siendo un misterio. También cómo afectará a su política de reiterados ensayos armamentísticos, con los que pretende llamar la atención de la comunidad internacional. Ayer mismo Corea del Norte disparó tres misiles balísticos de corto alcance, su decimosexto lanzamiento en las diecinueve semanas que han transcurrido de 2022.

Tras amenazar al mundo con armas nucleares «no solo disuasorias» y defender la necesidad de incrementar su arsenal «lo más rápido posible», Kim estaría ultimando un ensayo nuclear –el séptimo en la historia del país–, según ha alertado hoy la oficina presidencial de Corea del Sur. Un gesto dramático que podría coincidir con la visita de Joe Biden a Seúl, programada para el próximo 21 de mayo. El presidente de Estados Unidos compartirá con su nuevo homólogo surcoreano una primera charla presencial en la que, pase lo que pase, Corea del Norte será uno de los grandes temas de conversación.