Fiebre del Nilo
Radar mosquitos: Un proyecto del CSIC monitoriza las poblaciones de estos insectos en tiempo real en el Guadalquivir
La investigación se centrará en los municipios más afectados el verano pasado, como Coria del Río, La Puebla y Palomares para controlar mejor el virus del Nilo
Martín Laínez
La crisis sanitaria que se originó el pasado verano en los municipios ribereños de la provincia de Sevilla por la Fiebre del Nilo por la picadura del mosquito ha encontrado en esta ocasión un nuevo estímulo para intentar que a corto y ... medio plazos no vuelva a ser tan alarmante como lo fue en 2020.
En esta ocasión, y tras ejecutar o estar siendo ejecutados estos días en los municipios sevillanos que la Junta señaló en marzo como posibles focos sus particulares planes municipales de fumigación , el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha puesto en marcha una pionera investigación con la que trata de controlar a estos insectos.
Se trata de la monitorización en tiempo real de las poblaciones de mosquitos así como la presencia de virus en estas poblaciones, especialmente, del Bajo Guadalquivir, como Coria, La Puebla o Palomares del Río . Y lo hará durante el presente año y en el próximo en estas tres zonas de la provincia que fueron la más afectada por el brote del Virus del Nilo.
En concreto, investigadores de este organismo van a realizar capturas cada semana de estos insectos con el que realizarán un «trabajo de monitorización a través de análisis moleculares para detectar la presencia del virus».
Jordi Figuerola , investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), explica que el objetivo de este proyecto es «la búsqueda del virus en los mosquitos que nos permita detectar con antelación los momentos de mayor riesgo de transmisión del virus en la zona. Confiamos en poder identificar la diversidad de los virus transmitidos por los mosquitos en la zona y entender los mecanismos por los que se mantienen en circulación».
Asimismo, el proyecto trata de averiguar cómo puede afectar el cambio climático a la transmisión del virus por lo que se hace necesario, según apunta este investigador, estudiar las condiciones climáticas y ecológicas con el objetivo de predecir el riesgo de transmisión cada temporada, en función de estos condicionantes medioambientales.
Los científicos esperan que estos resultados puedan tener una repercusión tanto a corto como a medio plazo. «En primer lugar, durante la duración del proyecto, nos permitirá alertar a las autoridades sanitarias en caso de que se produzca una elevada incidencia del virus del Nilo en la zona . A medio plazo, esperamos ser capaces de predecir con semanas de antelación los cambios en las poblaciones de mosquitos y el riesgo de transmisión del virus, ha apuntado Figuerola.
En 2020, como consecuencia del brote detectado en Andalucía y Extremadura, los investigadores del CSIC centraron su esfuerzo en averiguar si el virus se transmitía en las zonas urbanas y conocer cuáles eran las especies de mosquitos y aves implicadas.
Y un dato desconocido hasta hace poco es que gracias a este estudio, desarrollado con fondos del CSIC, se apuntaba también a que el virus se multiplicó en aves como mirlos y gorriones, que viven en las zonas urbanas , y se transmitió a las personas a través de los mosquitos en el interior de las zonas urbanas.
Por tanto, los datos confirmaron que el virus se había transmitido en el interior de los pueblos de Coria del Río, Puebla del Río y Palomares del Río y que las principales transmisoras fueron dos especies autóctonas de mosquitos: 'culex perexiguusc y 'culex pipiens'.
Los expertos han destacado la importancia de los programas de vigilancia entomológica para evitar nuevos brotes. Desde hace décadas, el CSIC colabora con instituciones como el Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva, el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA-CSIC), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBER ISCIII) y el Instituto de Salud Carlos III. Y desde el pasado mes de marzo, se une además el Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental , elaborado por la Junta de andalucía con el objetivo de mitigar el impacto de nuevos brotes.
El equipo de investigadores de la EBD-CSIC que participa en el proyecto trabaja desde hace años con poblaciones de mosquitos de la zona para determinar cómo afectan el clima y el ambiente en su distribución y abundancia, así como en las enfermedades que pueden transmitir.
El proyecto se impulsa a través de la PTI Salud Global del CSIC y está financiado por el instrumento de recuperación de la Unión Europea para la crisis del Covid.
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